Tener que renunciar al amor de tu vida por aquel que consideras tu hermano.
Esa era la más difícil decisión de Moisés, tenerla tan cerca y a la vez tan lejos. . .
Tenerlo tan cerca y no poder estar junto a el, sus sentimientos la consumían, el e...
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La llegada de Maya al palacio del faraón Seti I no solamente había provocado un revuelo por todo el reino y el harem, sino también en la relación del príncipe Moisés y Nefertari.
Después de aquella magnífica recepción los celos comenzaron hacerse mucho más presentes. Aquellos lindos ojos marrones derrochaban lágrimas todas las noches en las que podía llorar, Nefertari debía ser fuerte, sabía que esto llegaría a pasar con la presencia de la nueva prometida de su amado príncipe.
Los cambios en su relación con el hijo de la princesa empezaron a salir a flote, ya no se presentaba al harem a buscarla, sus citas a los jardines la hacían quedar ahora cómo una mujer plantada e ignorada. El interés de Moisés por Maya era más que notorio, pues aquella línda joven no solamente lo haría perder una parte de su cordura sino también de perder lo que algún día prometió nunca hacer daño y lastimar.
- Aquí estas - dijo Ramsés - Por fin te encuentro Nefertari.
- ¿Qué haces aquí? - elevó su vista hacia el.
- Has estado ausente estos días y creo imaginar el porqué - la miró al fruncir el ceño.
- Ya no importa - sollozo cavisbaja.
- Moisés es un idiota - refuto con coraje al tomar asiento a su lado. - Mira que jurarte amor a ti para después caer rendido ante los pies de la hija del sumo sacerdote de Guaset.
- Basta Ramsés no quiero hablar de eso - suspiró agobiada al limpiar rápidamente una de sus lágrimas.
- No puedo Nefertari, lo que el te hizo es de patanes - se quejo al colocar su mano sobre la de ella, acción que hizo que la línda joven centrara su atención en su amigo. - Yo jamás te hubiera hecho eso.
- De cualquier manera el daño ya esta hecho - dijo al suspirar.
- No debió de ser así - la miró preocupado, pero por más que intentaba animarla las lágrimas no dejaban de caer de ese bello rostro.
