El Lector

Capítulo 4: En las Sombras

Alex salió de la oficina de Javier con una sensación mixta de alivio y miedo. Sabía que admitir su problema era el primer paso, pero la idea de enfrentarse a sus demonios lo hacía sentir vulnerable. Lucía, a su lado, lo miró con una mezcla de apoyo y preocupación. "Vamos a superar esto, Alex. Lo prometo."

Esa noche, Alex se encontró solo en su apartamento, rodeado de los mismos libros y notas que habían sido su refugio y su prisión. Tomó uno de los libros de Gabriel León y lo abrió, permitiendo que el familiar olor a papel y tinta lo calmara. Mientras leía, se dio cuenta de que algo había cambiado. Las palabras, que antes le ofrecían consuelo, ahora parecían pesadas, cargadas de la realidad que había estado evitando.

Al otro lado de la ciudad, Gabriel León se sentó en su escritorio, revisando los apuntes de su próxima novela. La entrevista con Lucía había despertado viejos temores y había empezado a notar detalles que antes pasaba por alto. Había algo inquietante en la forma en que ella había hablado sobre su hermano. Gabriel se levantó y caminó hacia la ventana, observando la lluvia que caía suavemente. No podía evitar sentir que la sombra de su acosador todavía lo perseguía, aunque no sabía quién era ni qué quería exactamente.

Lucía, mientras tanto, había decidido no quedarse de brazos cruzados. Había algo en la conexión entre Alex y Gabriel que no podía ignorar. Si bien estaba enfocada en apoyar a su hermano en su tratamiento, también sentía la necesidad de proteger a Gabriel y entender la profundidad de la obsesión de Alex. Esa noche, se sentó con su cuaderno, revisando todas las notas y detalles que había recopilado hasta ahora, tratando de encontrar un patrón, una pista que pudiera arrojar luz sobre la situación.

A la mañana siguiente, Lucía visitó a Alex para asegurarse de que estaba bien y que no había regresado a sus viejas costumbres. "¿Cómo te sientes?", preguntó, notando las ojeras debajo de los ojos de su hermano.

"Mejor, creo. Es difícil, pero creo que puedo hacerlo", respondió Alex con una pequeña sonrisa. Sabía que el apoyo de su hermana era crucial, y estaba decidido a intentarlo por ella, si no por él mismo.

Lucía asintió, sintiendo una oleada de esperanza. "Vamos a ir paso a paso. Recuerda que no estás solo en esto."

Mientras tanto, Gabriel seguía sintiendo una inquietud persistente. Decidió tomar medidas para protegerse. Contrató a un investigador privado, un hombre llamado Daniel, para que revisara cualquier correspondencia o indicios de que su acosador estuviera activo nuevamente. Daniel, con su actitud profesional y enfoque meticuloso, comenzó a revisar los archivos y notas antiguas de Gabriel, buscando cualquier pista que pudiera haber pasado desapercibida.

Los días pasaron y Lucía continuó investigando mientras apoyaba a Alex en su tratamiento. Un día, recibió una llamada de Daniel. "Señorita Montero, creo que encontré algo interesante. Necesitamos hablar en persona."

Lucía se encontró con Daniel en una cafetería tranquila. Él sacó una carpeta y la abrió, mostrando varias cartas y notas. "Estas son copias de las cartas que Gabriel recibió. He notado un patrón en la escritura y el contenido. Creo que podrían estar relacionadas con alguien cercano a usted."

Lucía sintió un nudo en el estómago. "¿Está diciendo que Alex...?"

"Es posible. Pero hay más. Estas cartas muestran una evolución, un cambio en el tono y la intención. Como si el escritor estuviera pasando por una crisis personal."

Lucía asintió, comprendiendo las implicaciones. "Necesito ayudar a mi hermano. No puedo permitir que esto continúe."

Daniel la miró con seriedad. "Lo entiendo. Pero también debemos asegurarnos de que Gabriel esté a salvo. Esto podría volverse peligroso para todos los involucrados."