Capítulo 19:Las Pruebas Plantadas
Después del asesinato...
La Maquinaria de un Plan
Julien Dubois, satisfecho con el éxito inicial de su plan en el restaurante de la Torre Eiffel, no perdió tiempo. Sabía que la clave para asegurar que Alex Montero fuera incriminado completamente era plantar pruebas irrefutables en su contra. Había pensado en cada detalle, asegurándose de que no habría cabos sueltos.
Después de abandonar la escena del crimen y deshacerse de su disfraz, Julien se dirigió a la casa de Alex, una pequeña vivienda en un tranquilo barrio de París. Con la llave que había logrado copiar en una ocasión anterior, entró silenciosamente en la casa, sintiendo la adrenalina correr por sus venas.
Plantando las Pruebas
Julien llevaba consigo una bolsa llena de objetos cuidadosamente seleccionados para incriminar a Alex. Sacó un guante de látex y comenzó a trabajar meticulosamente, asegurándose de no dejar huellas.
Primero, colocó el cuchillo ensangrentado con el que había asesinado a Gabriel en un cajón del escritorio de Alex, entremezclado con algunos de sus propios cuchillos de cocina. Luego, sacó una serie de notas y cartas falsificadas, en las que había imitado la letra de Alex, detallando su obsesión por Gabriel y su supuesto deseo de "hacerlo pagar". Esparció estas notas en el escritorio y la mesilla de noche.
Además, Julien había conseguido una copia de la novela inédita de Gabriel. La colocó en la mesa del salón, abierta en una página con anotaciones críticas y despectivas, como si Alex hubiera estado planeando algo durante mucho tiempo.
El Último Toque
Para completar la escena, Julien tomó una foto de Gabriel que había robado de la editorial y la clavó en la pared de la habitación de Alex con una cuchilla, añadiendo un toque macabro a su obra. Todo debía parecer como si Alex hubiese estado planeando el asesinato durante meses.
Antes de salir, Julien revisó todo meticulosamente, asegurándose de no dejar rastros de su propia presencia. Estaba convencido de que, cuando la policía encontrara estas pruebas, no habría duda alguna sobre la culpabilidad de Alex.
La Reacción de Alex
A la mañana siguiente, Alex, aún conmocionado por los eventos de la noche anterior y el intenso interrogatorio, regresó a su casa después de que la policía le permitió marcharse temporalmente. Apenas cruzó la puerta, sintió una extraña sensación de incomodidad, como si algo estuviera fuera de lugar.
Al entrar en su sala de estar, sus ojos se posaron inmediatamente en la novela abierta de Gabriel. Se acercó lentamente, confundido, y su confusión se convirtió en horror cuando vio las anotaciones. Con manos temblorosas, comenzó a revisar el resto de la casa, encontrando las notas falsificadas y, finalmente, el cuchillo ensangrentado.
—¡No puede ser! —gritó Alex, sintiendo que su mundo se desmoronaba. Corrió hacia la puerta para buscar ayuda, pero sabía que la policía no le creería.
La Llamada a Carolina
Desesperado, Alex decidió llamar a Carolina Vidal. Tal vez ella, con su posición en la editorial y su relación con Gabriel, podría ayudarle a entender lo que estaba pasando.
—Carolina, tienes que creerme, no sé cómo llegaron estas cosas aquí. ¡Yo no maté a Gabriel! —dijo Alex, con la voz quebrada por la desesperación.
Carolina, aunque dudosa, decidió acudir a la casa de Alex para ver por sí misma. Al llegar y ver las pruebas incriminatorias, se dio cuenta de que algo no cuadraba. Conocía a Alex lo suficiente como para saber que, aunque era un admirador obsesivo, no parecía ser capaz de cometer un asesinato tan calculado.

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El Lector
Mystery / ThrillerGabriel león es un renombrado autor de thriller psicológico, admirado por millones de seguidores.Pero acosado por la presión de mantener su reputación. Su ultima novela ha dejado insatisfechos a críticos y lectores, sumergiéndolos en una espiral de...