La sesión con Alex había terminado, y mientras todos trataban de procesar lo sucedido, una nueva sombra comenzaba a caer sobre la situación. Gabriel, aún sintiéndose vulnerable, comenzó a notar algo extraño en sus interacciones con carolina, su editora. Había algo en su comportamiento que no podía ignorar, y comenzó a preguntarse si había pasado por alto señales cruciales en su relación profesional.
Rebeca siempre había sido meticulosa y dedicada a su trabajo. Sin embargo, en las últimas semanas, Gabriel había notado un cambio sutil pero inquietante en su actitud. Mensajes a horas intempestivas, un control excesivo sobre los manuscritos y una insistencia en conocer cada detalle de su vida personal bajo el pretexto de "mejorar la autenticidad de sus personajes".
Un día, Gabriel decidió hablar con Daniel sobre sus sospechas. Se encontraron en una cafetería cerca de la oficina de Daniel, el ruido de la ciudad proporcionando un telón de fondo reconfortante. "Daniel, he estado pensando. Hay algo extraño en la manera en que ha estado actuando últimamente. ¿Podría ella estar involucrada de alguna manera?"
Daniel, siempre atento a cualquier posible giro en la investigación, se inclinó hacia adelante. "Cuéntame más, Gabriel. ¿Qué te hace sospechar de ella?"
Gabriel tomó un sorbo de su café y comenzó a relatar los incidentes recientes. "Ha estado muy interesada en mi vida personal, más de lo que debería. Insiste en conocer detalles íntimos de mi rutina diaria y hace preguntas que no tienen nada que ver con mi trabajo. Además, ha estado muy insistente en revisar cada borrador y anotación que hago, como si buscara algo más allá de la edición."
Daniel asintió, tomando nota mentalmente. "Podría ser una coincidencia, pero debemos considerar todas las posibilidades. Haré algunas averiguaciones sobre ella y veré si hay algo que pueda explicar su comportamiento."
Mientras tanto, Lucía seguía apoyando a Alex en su tratamiento. Aunque la situación con su hermano parecía estar bajo control, no podía dejar de lado la inquietud sobre Gabriel. Decidió visitar a Gabriel para asegurarse de que estaba bien y para compartir sus propias observaciones sobre la editora
Gabriel recibió a Lucía en su apartamento, agradecido por su visita. "Lucía, me alegra verte. Necesito hablar contigo sobre algo que me preocupa."
Lucía se sentó en el sofá, notando la tensión en el aire. "¿Qué pasa, Gabriel?"
"Es carolina. He empezado a sospechar que podría estar involucrada en todo esto. Su comportamiento ha sido extraño, y Daniel está investigando ahora mismo," explicó Gabriel.
Lucía frunció el ceño, recordando sus propias interacciones con la editora. "Ahora que lo mencionas, siempre me pareció que tenía un interés excesivo en ti, más allá de lo profesional. Puede que tengas razón."
Esa noche, Daniel revisó los antecedentes. Descubrió que había tenido problemas en trabajos anteriores relacionados con comportamientos obsesivos y manipulación de información. Además, encontró una conexión entre ella y varios foros de fans de Gabriel, donde ella había participado activamente bajo un seudónimo.
Daniel llamó a Gabriel para informarle de sus hallazgos. "Gabriel, creo que estamos en algo. carolina tiene un historial problemático y ha estado activa en foros de fans, comentando tus obras bajo un seudónimo. Esto podría explicar su comportamiento reciente."
Gabriel sintió un escalofrío recorrer su espalda. "Entonces, ¿crees que podría estar detrás de las cartas y los incidentes?"
"No podemos descartarlo. Necesitamos más pruebas, pero todo apunta a que tiene un interés personal en ti que va más allá de lo profesional," respondió Daniel con seriedad.
Los días siguientes, Daniel y Lucía comenzaron a vigilarla más de cerca, buscando cualquier indicio que pudiera confirmar sus sospechas. Mientras tanto, Gabriel se centró en mantener su rutina y proteger su trabajo, tratando de no dejar que la paranoia se apoderara de él.
Una tarde, mientras Gabriel revisaba su correo, encontró una carta que no tenía sello ni dirección. La abrió con cautela y reconoció de inmediato la caligrafía meticulosa. Pero esta vez, el tono era diferente, más personal y directo. "Gabriel, debemos hablar. Sé que estás en peligro y solo quiero ayudarte. carolina."
Gabriel sintió que su corazón se aceleraba. Ahora estaba claro que Rebeca tenía algún papel en esta inquietante situación, pero sus verdaderas intenciones aún eran un misterio. Con esta nueva pista, Gabriel supo que el enfrentamiento con Rebeca era inevitable y que debía estar preparado para lo que fuera que ella tuviera planeado.
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El Lector
Gizem / GerilimGabriel león es un renombrado autor de thriller psicológico, admirado por millones de seguidores.Pero acosado por la presión de mantener su reputación. Su ultima novela ha dejado insatisfechos a críticos y lectores, sumergiéndolos en una espiral de...