El Lector

capitulo 13

Capítulo 13: La Sombra de la Conspiración

La investigación del Detective Matin Herrera sobre el asesinato de Gabriel había tomado un giro inesperado. Mientras analizaba las pruebas y las entrevistas, comenzó a sospechar que había más en la relación entre Alex y Adrián Morales de lo que parecía a simple vista. Decidió profundizar en sus conexiones y motivos.

Alex, el lector obsesionado con Gabriel, había mostrado una actitud extraña durante toda la investigación. Su comportamiento errático y su obsesión con el trabajo de Gabriel lo habían puesto en el radar de Matin desde el principio. Sin embargo, ahora había indicios de que Alex no estaba actuando solo.

Adrián Morales, el rival literario de Gabriel, tenía sus propios motivos para desear la caída de su competencia. Su carrera había sido eclipsada por el éxito de Gabriel, y había rumores de que los enfrentamientos entre ellos iban más allá de lo profesional.

Matin descubrió que Alex y Adrián habían tenido varias reuniones secretas en los meses previos al asesinato de Gabriel. Estos encuentros habían sido discretos y aparentemente inofensivos, pero cuando Matin investigó más a fondo, encontró pruebas que sugerían una conspiración.

Julien Dubois, tras ser exonerado, proporcionó información adicional. Recordaba haber visto a Alex y a Adrián juntos en la editorial en varias ocasiones, y aunque no había prestado mucha atención en su momento, ahora sus encuentros parecían sospechosos.

—Los vi hablando en la oficina de Adrián varias veces —dijo Julien—. Parecían estar discutiendo algo importante, pero nunca pensé que fuera algo relacionado con Gabriel.

Matin revisó los registros de llamadas y mensajes de texto de Alex y Adrián. Descubrió una serie de comunicaciones que sugerían que los dos habían estado colaborando para arruinar la reputación de Gabriel. Los mensajes hablaban de "oportunidades" y "momentos perfectos", pero también contenían referencias a acciones más siniestras.

Alex había sido el peón perfecto para Adrián. Su obsesión con Gabriel lo hacía manipulable, y Adrián había aprovechado esta vulnerabilidad para incitar a Alex a actuar en contra de Gabriel. Matin se dio cuenta de que Adrián había utilizado la influencia que tenía sobre Alex para orquestar el asesinato, aprovechando su rivalidad literaria como una cortina de humo.

Matin decidió confrontar a Alex y a Adrián por separado, esperando que sus respuestas revelarían la verdad. Primero llamó a Alex a su despacho para interrogarlo nuevamente.

—Alex, sabemos que estabas obsesionado con Gabriel, pero hemos descubierto que también tenías una relación con Adrián Morales —dijo Matin, observando la reacción de Alex—. ¿Por qué te reunías con él en secreto?

Alex, visiblemente nervioso, trató de desviar la conversación. —No tiene nada que ver con el asesinato. Solo discutíamos sobre los libros y sobre cómo mejorar mi escritura.

Matin no se dejó engañar. —Las pruebas sugieren que estabas siendo manipulado por Adrián. Él tenía motivos para querer ver a Gabriel fuera del camino. ¿Qué te hizo hacer?

Alex comenzó a sudar y su voz tembló. —Él me dijo que Gabriel era una amenaza para mi carrera, que nunca podría superarlo si él seguía publicando. Me convenció de que debíamos actuar, pero no quería que llegara tan lejos.

Matin sabía que estaba cerca de la verdad. Decidió entonces confrontar a Adrián con la misma determinación.

—Adrián, hemos encontrado pruebas de tus comunicaciones con Alex y de tus reuniones secretas. ¿Cuál era tu verdadera intención? —preguntó Matin, fijando su mirada en Adrián.

Adrián mantuvo una fachada de calma, pero su voz traicionaba una leve inquietud. —Mis reuniones con Alex eran puramente profesionales. Estaba ayudando a un joven escritor a encontrar su camino.

Matin no se dejó engañar. —Las pruebas indican lo contrario. Tu rivalidad con Gabriel, tus mensajes a Alex, todo apunta a una conspiración para acabar con él. ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para mantener tu posición en el mundo literario?

Adrián, finalmente, dejó caer la máscara. —Gabriel siempre fue un obstáculo. Yo no lo maté, pero sí vi la oportunidad de deshacerme de él a través de Alex. No pensé que llegaría tan lejos. Solo quería que sufra, no que muriera.

Con las confesiones parciales de Alex y Adrián, Matin estaba más cerca de resolver el caso. La relación entre Alex y Adrián había sido manipulada para convertir una rivalidad literaria en una tragedia mortal. Mientras Adrián había incitado a Alex a actuar, la obsesión de Alex con Gabriel lo había llevado a cruzar la línea.

El caso de Gabriel reveló las oscuras profundidades de la ambición y la obsesión en el mundo literario. La justicia para Gabriel estaba más cerca, pero Matin sabía que aún quedaban cabos sueltos por atar. Con cada paso, se acercaba a la verdad completa, y la red de engaños comenzaba a desenredarse.