El Lector

capitulo 16

La Frustración de Julien

Cada día que Julien Dubois pasaba en la editorial era una lucha interna. Se había unido a la empresa con la esperanza de que, eventualmente, sus propios manuscritos fueran reconocidos y publicados. Sin embargo, su rol se había estancado como el eficiente pero invisible asistente editorial. A medida que los años pasaban, la sombra del éxito de otros, especialmente de Gabriel Delacroix, se hacía más opresiva.

Julien pasaba horas revisando manuscritos, preparando informes detallados y gestionando las necesidades de los autores. Aunque era meticuloso y dedicado en su trabajo, no podía evitar sentir que sus propios talentos estaban siendo desperdiciados. La frustración se acumulaba día tras día, alimentando un resentimiento profundo.

Carolina Vidal, la editora principal de la editorial, era una figura imponente. Inteligente, astuta y con una intuición impecable para identificar el próximo gran éxito literario, Carolina se había ganado su posición a base de esfuerzo y resultados. Julien admiraba sus habilidades, pero también sentía una mezcla de envidia y frustración hacia ella.

Carolina y Julien mantenían una relación profesionalmente cordial, pero subyacía una tensión constante. Julien, consciente de que Carolina valoraba el talento y la innovación, sentía que ella no reconocía su verdadero potencial. Por su parte, Carolina veía a Julien como un asistente competente pero carente del genio creativo necesario para destacar como escritor.

Encuentros en la Sombra

En varias ocasiones, Julien había intentado discutir sus propios escritos con Carolina, buscando su apoyo. Sin embargo, cada intento era recibido con una mezcla de cortesía y desaprobación.

—Julien, tus informes son impecables, y tu dedicación es indudable —le decía Carolina en una de sus reuniones—, pero ser escritor requiere algo más que técnica. Necesitas una voz única, algo que, honestamente, aún no veo en tus escritos.

Estas palabras, aunque dichas sin malicia, herían profundamente a Julien. Sentía que, a pesar de su arduo trabajo, nunca sería más que el asistente diligente en los ojos de Carolina.

La Semilla de la Conspiración

A medida que la admiración de Julien por Carolina se transformaba en resentimiento, comenzó a ver a Gabriel no solo como un rival, sino como una barrera personal. Cada éxito de Gabriel era un recordatorio doloroso de su propia falta de reconocimiento. En su mente, Julien empezó a desarrollar una narrativa donde su falta de éxito no era culpa suya, sino de un sistema injusto que favorecía a unos pocos privilegiados.

Fue en este estado de vulnerabilidad emocional que Julien se acercó más a Adrián Morales. Adrián compartía muchos de los sentimientos de Julien, aunque con un enfoque ligeramente diferente. Ambos empezaron a reunirse en secreto, compartiendo sus frustraciones y, eventualmente, ideando maneras de cambiar su situación.

Una Oportunidad Oscura

Julien sabía que si quería ganar el reconocimiento de Carolina y deshacerse de Gabriel, necesitaría tomar medidas drásticas. Sin embargo, no estaba dispuesto a ensuciarse las manos directamente. Fue entonces cuando la figura de Alex entró en su radar.

—Carolina siempre habla de cómo Gabriel tiene un talento natural —le dijo Julien a Adrián durante una de sus reuniones clandestinas—. Pero, ¿qué pasaría si Gabriel ya no estuviera en el panorama? ¿Si alguien más pudiera tomar su lugar?

Adrián, comprendiendo el subtexto, asintió lentamente. —Necesitamos a alguien que esté dispuesto a hacer lo que nosotros no podemos. Alguien como Alex.

Manipulación y Mentiras

Julien comenzó a acercarse a Alex, utilizando su conocimiento de los deseos y ambiciones de este joven escritor para manipularlo. Le habló de las injusticias del mundo editorial, de cómo el talento no siempre era recompensado y de cómo a veces era necesario tomar medidas extremas para obtener lo que uno merecía.