capitulo 22

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Capitulo 22:Las Consecuencias del Asesinato


La mañana después del asesinato de Carolina Vidal, la editora, comenzó como cualquier otra en la editorial. Los empleados llegaron a sus oficinas, ajenos a la tragedia que había ocurrido. Sin embargo, cuando uno de las asistentes encontró el cuerpo sin vida de Carolina en su despacho, el pánico y la confusión se apoderaron del lugar.

La policía llegó rápidamente, acordonando la escena y comenzando la investigación. El detective Matin Herrera, conocido por su habilidad para resolver casos complejos, fue asignado para liderar la investigación. Martin, un hombre meticuloso y perspicaz, empezó a recopilar testimonios y evidencias, buscando cualquier pista que pudiera llevarlo al asesino.


La noticia del asesinato de Carolina sacudió a todos en la editorial. Julien Dubois, el asistente frustrado que siempre había albergado un resentimiento hacia Gabriel Delacroix, se encontraba especialmente alterado. Su relación profesional con Carolina había sido tensa, y ahora se sentía atrapado en una red de sospechas y preguntas sin respuesta.

—No puedo creer que esto haya pasado aquí, en nuestra editorial —dijo Julien a un colega, su voz temblorosa.

En la escena del crimen, el detective Martin Herrera comenzó a entrevistar a los empleados de la editorial. Julien fue uno de los primeros en ser interrogado. Martin notó la tensión en Julien, su nerviosismo evidente, aunque no podía determinar si se debía al shock del asesinato o a algo más siniestro.

—¿Tenía algún problema reciente con Carolina? —preguntó Matin, observando cada microexpresión de Julien.

—No, nada en particular. Carolina era exigente, pero siempre justa. No puedo imaginar quién querría hacerle daño —respondió Julien, evitando el contacto visual.

Adrián Morales, también fue entrevistado. Su resentimiento hacia Gabriel y su frustración por no alcanzar el éxito literario que deseaba no pasaron desapercibidos para Matin.

—¿Dónde estaba anoche, Adrián? —preguntó Matin.

—En casa, trabajando en un nuevo manuscrito. Carolina siempre decía que debería seguir escribiendo —respondió Adrián, su voz temblorosa.

—Lo sé, es horrible. Carolina era estricta, pero justa. ¿Quién podría hacer algo así? —respondió su colega, claramente conmocionado.

Mientras tanto, la mente de Adrián estaba en caos. Su obsesión por convertirse en un escritor exitoso y la reciente tragedia lo habían dejado emocionalmente agotado. Empezó a cuestionar todo lo que había sucedido en las últimas semanas, buscando alguna conexión que pudiera haber pasado por alto.

La muerte de Carolina no solo afectó su vida profesional, sino que también sacudió sus cimientos emocionales. La editora había sido una de las pocas personas que realmente creía en su talento y lo apoyaba incondicionalmente. Perderla de una manera tan brutal era una herida profunda que no sabía cómo sanar.

Lucía, aunque no directamente involucrada con la editorial, se vio arrastrada por el caos debido a su conexión con los eventos recientes y su relación con Alex, quien estaba en la cárcel. A pesar de no estar en la escena del crimen, decidió involucrarse en la investigación de manera extraoficial, deseando descubrir la verdad detrás del asesinato de Carolina.

—No puedo quedarme de brazos cruzados, tengo que hacer algo para ayudar —dijo Lucía a sí misma, decidida a colaborar con la policía en todo lo posible.


El detective Matin Herrera continuó recopilando información, analizando cada detalle. Encontró correos electrónicos entre Carolina y varios autores de la editorial, incluidas discusiones sobre proyectos futuros y discrepancias sobre contratos. Nada parecía señalar a un culpable claro, pero las tensiones subyacentes eran evidentes.

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