Decidí preguntarle:
-¿Dónde has estado?
-Pues con mi amigo... ¿Pasa algo? -Damon parecía preocupado-. ¿Hice algo mal? ¿Qué es esta vez? ¿La ropa? ¿No poner el lavavajillas? ¿O dejarme los calzoncillos encima de mi cama?
-Nada de eso. No has hecho nada... bueno... hay una cosa de la que quería hablarte -comencé nervioso-. Es sobre Cassie. ¿Qué te pasa con ella? Parecéis más unidos de lo normal y tal. Sabes que es mi amiga... pero te da igual...
-¿Que me da igual? No me da igual. Si está contigo os dejo privacidad y lo sabes...
-Sí, pero intervienes si ella te nombra.
-Pues claro. Es interesante ver lo que opina de mí.
-No. Lo que es interesante es que ella muestra interés por ti. Me pregunta por ti cuando quedamos y no me parece justo... ya sabes que me gusta, ¿o no lo has notado? -me sonrojé un poco.
-Esto... pues claro que lo sabía. Por eso intenté no sentir nada... pero, ¿sabes qué? No pude impedir que cada vez que estaba con ella me gustara más -me recriminó-. No tuve opción cuando nos eligieron para cantar. Y cada vez pasábamos más tiempo... Intento ser majo con ella, aunque no lo parezca. Pero sé que tu también lo eres.
Tenía razón. Pues claro que la tenía. Mi hermano tampoco hizo nada malo, pero los celos se apoderaban de mí. No sabía qué responder ante eso.
-Y ella me importa, bastante. Me vuelve loco su comportamiento... -confesó.
Estaba claro. Le gustaba. Y a mí también. Los dos colados por la misma chica. Pero a mí era la primera vez que me pasaba y tampoco lo entendía muy bien. En cambio, mi hermano parece que está bastante loco por ella...
-¿Estás loco por ella? Yo también. Puede que yo esté confuso con mis sentimientos, pero... es la primera vez que siento algo por alguien -confesé.
¿Estaba perdiendo en esta lucha? La verdad, no lo sabía, pero podría perder y eso me dolía.
-Y por eso creo que yo tengo derecho a que me pertenezca a mí. Yo me colé antes que tú y... ella se interesa de mí. ¿No lo ves? -dijo brusco.
Se fue a su habitación y yo hice lo mismo. No volvimos a intercambiar palabra hasta por la mañana.
Fuimos a la escuela en su coche con su radio puesta. No quería quejarme y montar otra pelea. Mejor estar callado de momento. Era lo mejor para los dos.
Llegamos a la escuela y cada uno fue por su lado...
Pero Cassie apareció. Ella estaba tan guapa con su vestido de color azul celeste, ese pelo corto castaño... y esos ojos azules intensos como el mar. Me hipnotizó y no supe cómo reaccionar cuando Damon intentó no acercarse a ella. Cassie fue inteligente y lo notó, por lo que se acercó a él. Maldita sea, ya estaban hablando y sé que no es nada bueno. Me decanté por acercarme yo también e impedir que hablasen.
-Hola chicos... Ya casi empiezan las clases... No querréis llegar tarde -razón no me faltaba.
Cada uno se fue a su clase. Me tocaba en la misma clase que ella, pero no pude intercambiar palabra. El profesor estaba explicando algo importante y no era el momento. Cuando acabó la clase, me acerqué a ella. No tenía buena cara.
-¿Por qué nos interrumpiste? Quería decirle algo importante... -comenzó un poco asqueada. Así que está enfadada conmigo-. Tenías esa intención, ¿verdad?
-Eh, no sé, solo... -intenté explicarlo pero no sabía cómo y el silencio fue la respuesta-. Lo siento, no debí acercarme -dije arrepentido.
-¿Lo sientes? Puede que te crea, pero si me acerco a él es por algo importante, para que lo sepas -me dijo todavía enfadada.
Sí que tenía carácter cuando se enfadaba. Me recordaba mucho a Hermione, de Harry Potter, cuando se enfadaba con sus dos amigos. A lo mejor es a lo que estamos destinados. Ella se queda con Ron, osea, mi hermano, y yo me quedo al margen porque solo somos mejores amigos. Qué estúpida mierda. Si tan solo pudiera cambiarlo.
-Me voy, hasta el descanso -se despidió un poco más calmada. Lo mismo está más tranquila luego.
El descanso llegó. Tomamos nuestra comida en silencio, pero antes de que tocase el timbre se disculpó conmigo:
-Patroclo... yo... Lo siento, no debí hablarte así... me pasé. Y... te perdono por lo de antes -estaba arrepentida y se notaba en sus mejillas sonrojadas de la vergüenza-. ¿Tú me perdonas a mí?
-Pues claro, para eso estamos. Somos amigos...
-Sí. Y... respecto a lo de Damon... era una estupidez. No me arrepiento de que hubieras intervenido -ella me contó riéndose.
Así que una estupidez. Puede que ella no quiera admitirlo. O era algo sobre la canción. Ya veríamos lo que pasaba el día de la actuación. Cada día quedaba menos...

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Wonderland
Genç KurguEn una ciudad llamada Wonderland, una joven escritora se muda a dicha ciudad para continuar con su carrera. Lo que no se espera es que hubiera tanto drama. Sí, drama. El típico chico que se enamora a primera vista de ella, pero ella no está conforme...