El chico irritable:

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Comenzó otro día de clase.

El chico moreno atractivo llegó con su hermano a la escuela de música.
El hermano de Patroclo aparcó con estilo mientras sonaba música roquera. Cuando el coche aparcó, abrió la ventanilla para respirar y suspiró haciéndose el guay.

Su hermano le ignoró completamente y decidió bajar del coche.

-Oye, ¿vas a bajar? -Le preguntó Patroclo molesto-. Y, por favor, baja la música.

-Nah, espera que me cojo los chicles -él los cogió y finalmente salió del coche-. Pues otro día más -y su hermano y él entraron.

-Hola, buenas -le saludó una chica guapa.

-Hola... -Damon decidió ignorarla, ella no le atraía-. Vete a mi clase, que enseguida voy -le dijo a Patroclo, quien le obedeció.

Damon fue al baño e hizo sus necesidades. Y antes de abandonar el baño, se acordó del encuentro que había tenido con la chica castaña del día anterior. Le había impresionado que no se hubiera irritado.

Salió del baño y se dirigió a la clase correspondiente, la cual llegaba un minuto tarde. Pero le daba igual, era el segundo día de clase.

-Buenos días -saludó al profesor y se sentó en su sitio correspondiente junto con otro chico roquero con el que se llevaba bien -.Hola, amigo.

-Hola Damon- y empezaron a murmurar mientras el profesor pasaba lista.

Mientras, Patroclo estaba intentando prestar atención. "No se va a callar" pensaba sobre su hermano, que le irritaba.

-Shh -le mandó callar cuando el profesor terminó de pasar lista e iba a comenzar la clase.

Damon sólo se calló para satisfacer a su hermano e intentó prestar atención a la práctica de tocar un pequeño teclado.

-Te sale bien -el profesor le dijo cuando echó un vistazo-. Con más práctica...

-Lo mío es la batería y la guitarra eléctrica... Pero sé tocar de todo -sonrió pícaramente.

Damon siguió tocando el teclado durante toda la clase y al terminar habló con su amigo. Le caía bien porque le escuchaba y coincidían en opiniones. Él era su único amigo de confianza y no iba a desperdiciarlo. El resto sólo eran compañeros para charlar y pasarlo bien.

En el recreo decidió buscar a su hermano y pedirle dinero para comer algo ligero.

-Me apetece comer... Así que dame dinero... Porfavor -pidió intentando ser educado.

-Claro... -Patroclo sólo quería que se callase, así que se lo dio.

-Gracias... -lo cogió agradecido-. Ah, y te he visto con esa chica, la de ayer. ¿Ahora es tu amiga o qué?

-No te incumbe -contestó Patroclo alejándose de él.

Damon, mientras compraba su comida, observó a Patroclo, quien se acercó a Cassie.

                             *    *    *

Cassie saludó a Patroclo contesta y se sentaron juntos en una mesa.
Él desvío la miraba a Damon, que tenía cara de celoso. Cassie lo notó y preguntó:

-¿A tu hermano qué le pasa? Nos está mirando fijamente -Cassie no miró a Damon al no querer mirarle a los ojos y no tener un momento incómodo.

-Sólo es... un pesado.

-Buena palabra para definirlo.

Patroclo asintió. Dejó de mirar a Damon y se centró en Cassie. La preguntó qué tal sus clases y si había alguna novedad.

-Sólo he tocado el piano y me inscrito en el concurso del cover.

-¿De verdad? -Patroclo se alegró-. Me parece genial...

-Siii, ¿te has replanteado participar?

-Ehhh -no lo tenía muy claro-. Pues no lo sé, tampoco sé si canto muy bien, sólo me siento libre cuando lo hago.

-Eso es suficiente para que quieras participar. Da igual si no ganas.
-Seguro que participo, me has convencido -sonrió amigablemente.

Cassie sonrió de vuelva. Pero quien no sonreía era Damon, que estaba mirándolos de nuevo, esta vez con la cara más insoportable de celos. Él quería eso e iba a intentarlo cuando pudiese.

-Voy al baño -Cassie dijo a su amigo.

Ella entró en el baño correspondiente y al salir tuvo un encontronazo con el mismo chico del día anterior, Damon.

-Bueno bueno. ¿A quién tenemos aquí? Ah- gimió y fingió que se acordaba-. La chica de ayer. Pero esta vez no te has equivocado de baño. Una pena.

-No actúes. Te he visto cómo nos mirabas antes, es obvio que vienes aquí para encontrarte conmigo.
-Cassie contestó borde- Uy, mira qué hora es... -suena el timbre-, vaya... justo tenía que sonar, una pena...

Y se alejó de él sonriente. Le gustaba hacer eso y burlarse de él. Pero no sabía que él estaba de nuevo impresionado...

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