-Vaya que eres rara- Me decía Héctor luego de que yo asustada, cerra el computador. Este solo sonreía y tomaba lo que pasaba con gracia. Por mi lado estaba totalmente avergonzada.
-No te hagas ideas, el video se puso solo, imbécil- Héctor oía atentamente mis palabras, mientras me paraba de aquel puesto que el usaba con anterioridad. Pero no pude llegar muy lejos, ya que este tomo con fuerza mi muñeca y me atrajo hacia el.
-¿Crees que los videos se reproducen por que sí?, se que piensas que soy un idiota, pero hay limites, ¿no?- Sus palabras me hacían sentir atrapada, sin idea de que responderle. Su cercanía era otro detonante que me limitaba, seguir así sería humillante, preferí decir mis verdaderas intenciones.
-Solo quería cambiar el formato de idiomas, para cabrearte, ¿vale?, no me interesa nada más- Aún que este escucho con seriedad mis palabras, su expresión cambió a una de superioridad. Una que era notablemente desagradable.
-Y dime tonta, ¿por qué no dejaste de mirar?, ¿te gustó acaso?- Sus palabras provocaron una inmensa vergüenza en mi, jamás lo admitiría pero porsupuesto que esa era la razón por la que no podía dejar de mirar. Vaya mierda de situación.
-Vete a la mierda- Fue lo único que dije antes de soltarme se su agarre, gracias al destino Marc y Liv llegaron, debido a esto positivamente la situación había quedado ahí.
Marc le entregó una botella de agua a Héctor, para luego dirigirse a mi y entregarme unas galletas. Mire el paquete con extrañes ya que yo no había pedido nada. Marc se percato de esto y rápidamente habló.
-Héctor me aviso que las querías- Mire con cierta sorpresa a Héctor, pero el imbécil no se digno a mirar, tenía planeado agradecérselo, pero no seguiría inténtalo si el no queria mirarme. Dejé las cosas como si nada y le agradecí a Marc con una sonrisa.
Las cosas luego de eso, siguieron aburridas, estábamos por terminar la pila de papeles que debíamos ordenar. Estaba ansiosa por ir a casa, pero a la vez preocupada. Llegaría tarde y no le avise a mi padre, solo esperaba que al llegar a casa las cosas estuvieran calmadas.
Así los minutos siguieron pasando, y finalmente habíamos acabado. Cansados, pero felices de poder volver a casa.-Vale, terminamos, al fin- Dijeron Héctor y Marc, nosotras también lo habíamos hecho.
Cada uno fue un busca de sus cosas, para no olvidar nada.
-Adiós chicos- Fueron las palabras de Liv para ambos, mientras esta guardaba sus cosas para irse.
-Adiós- Respondieron ellos, con una sonrisa en el rostro, quizás la de Marc era más notable, este pensamiento me hizo reír.
Guardaba las cosas en mi mochila, mientras Liv me esperaba, ya que tomaríamos el autobús juntas, estaba algo nerviosa.
-Adiós- Dije finalmente hacia ambos chicos, Marc se despidió de mi con un sútil gesto en su mano, y Héctor, bueno Héctor solo me miró.
Finalmente Liv y yo habíamos salido a tomar el autobús, dejando atrás ese día agotador. Lleno de sorpresas y cambios, dentro de todo fue divertido, Héctor era un dolor de cabeza, pero sin duda fue un día diferente. Mientras no tengamos que interactuar nuevente, todo será tranquilo.
Liv, hace dos paradas se había bajado del transporte, yo estaba cerca, debido a esto me levante para oprimir el timbre e irme camino a casa.
Caminaba cierto trayecto mientras oía música, así todo toma una forma más linda. Luego de caminar un par de minutos empecé a ver mi casa, era enorme, con un grande jardín. Increíble que algo así, solo podía ser mi casa, pero jamás mi hogar.
Abrí la puerta mientras ponía el código en la puerta, al entrar hubiera sido reconfortante oír algún regaño, algún saludo, o algo. Pero no, no había nadie. De todas forma ya era costumbre.
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Still Young - Héctor Fort
FanfictionLas historias adolescentes, nos hacen recordar la juventud, la felicidad y los momentos gratos que compartimos con aquellos quien en nuestra memoria perdurarán. Pero también aquella parte conflictiva, la cual muchas veces no supimos como resolver. A...