Still Young - Héctor Fort

𝐶𝑎𝑙𝑙𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑎𝑚𝑜𝑟

-Por supuesto que acabaría dando vueltas en el carrusel- Pude escuchar decir a Héctor con una sonrisa en su rostro, mientras la niña tomaba mi brazo y corríamos juntas a la entrada de este.

Corrimos ya que la vuelta empezaría, buscamos el caballo que más le gustará a ella. Y nos montamos en uno color blanco con ajustes dorados. Era completamente perfecto, y fue aún más divertido cuando empezó a moverse. Con una música de película.

Héctor:

-Mira parece una niña más entre ellos- Le decía a Pau y Marc, los cuales miraban aquella escena con ternura y risas. Sentimientos los cuales también me estaban afectando a mi.

-Grabala con su teléfono, para el recuerdo- Me decía Marc mientras apuntaba el teléfono que con anterioridad Ara había dejado en mis manos. Asentí e incie la grabación.

Ara no tardo en darse cuenta de lo que estaba haciendo y sonrió hacia la cámara. Tocó levemente el hombro de la niña y susurro algo, entendí rápidamente el porqué de su acción, cuando ahora la niña rubia saludaba en mi dirección con una inmensa sonrisa.

Aquella escena era magnífica, Ara se veía como toda una princesa, su sonrisa y rostro amigable hacían que olvidara que hace menos de un día, esta salataba sobre mi intentando matarme.

El juego se detuvo y la niña le dio un fuerte abrazo a Ara, mientras corría hacia su madre. Quién ahora se despedía con una gran sonrisa en su rostro. Ara compartió el gesto y se dirigió hacia nosotros.

-Empezaste tu trabajo de niñera- Le dijo Cubarsí a Aria provocando que todos rieramos. Esta solo negaba con una sonrisa en su rostro mientras empezábamos a caminar, en dirección a las puertas del parque.

-Tengo hambre, vayamos a comprar algo ahí- Nos decía Marc mientras apuntaba a una cafetería cruzando la calle. Todos seguimos su idea al instante, el hambre estaba apareciendo hace bastante tiempo.

Mientras caminábamos Cubarsí y Marc hablaban adelante de nosotros. Y yo observaba lo lindo que era París con todo el ambiente grato que se sentía en aquel lugar.

-Grabaste bien, o tampoco sirves para eso- Me preguntaba Ara extendiendo su mano para que le devolviera su teléfono. Aún que su pregunta era con sarcasmo, gire los ojos para que viera mi desagrado en sus palabras.

-Solo grabe, tampoco hago milagros- Le respondía mientras ponía una cara de obviedad en mi rostro, no podía denotar más sarcasmo es lo que decía. Ara, era insoportable, pero era increíblemente hermosa. Y sería un mentiroso si no lo admitiera.

Esta solo me quito el teléfono de las manos y empezó a reproducir el video mientras sonreía. Se veía como una niña con un juguete nuevo, una niña adorable.

Aria:

Estábamos dentro de la cafetería la cual estaba compuesta de dos pisos. Héctor y yo subiriamos en busca de una mesa, mientras Cubarsí y Marc pedían nuestros cafés y la comida.

Apenas Héctor y yo vimos las escaleras empezamos a correr para ver quien llegaría primero. Iba mucho más adelante que el, pero era un tramposo con todas las letras. Tomo mi cintura levantándome del suelo con una facilidad bastante molesta.

-Idiota tramposo- Le decía mientras me baja dejándome atrás de él, y quedándose con la victoria que me pertenecía. El solo reía mientras recuperaba la respiración.

-Acepta que perdiste- Me decía con una sonrisa molesta en su rostro. Solo pasé por al lado de él chocando su hombro con todas mis fuerzas. Las cuales al lado de Héctor, eran mínimas.

Para suerte nuestra quedamos justo en una ventana con vista a la Torre Eiffel, era enorme, y completamente hermosa.

-Ayúdame con una foto, con la Torre Eiffel- Le decía a Héctor, pasándola mi teléfono nuevamente para que hiciera lo que estaba pidiendo.