𝐴𝑚𝑜𝑟

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-No te enojes, mi novia debe de estar feliz con su novio- Me indicaba Héctor mientras bajábamos las escaleras en dirección a la cancha. Hablaba como un niño pequeño, y aquello solo causaba gracia y ternura en mi.

-No me manipules idiota, lo pensaré si metes un gol- Cuestionaba a este al instante en el que llegábamos a la cancha. No respondió ante lo que había dicho pero por supuesto que lo considero. Su sonrisa lo dejaba más que claro.

Corrí hacia Liv mientras ella me creaba un espacio a su lado. Desde nuestra gran visión de la cancha, pude ver como Héctor y Marc hablaban solo para si mismo, momentáneamente a la preparación de el equipo contrario.

Fueron cosas de minutos y el pequeño encuentro ya había iniciado. Marc siempre usaba el puesto de delantero incluso en el instituto, mi novio de defensa lateral.

Llevaban aproximadamente jugando unos 10 minutos, partido el cual no pasaría los 20 minutos debido a que nuestros recesos no eran de gran tiempo. El juego estaba interesante y emocionante, aún así ninguno de los dos lados cambiaba el marcador que indicaba cero en ambos lados.

Recosté mi cabeza en el hombro de Liv mientras seguía observando el juego. Fue un instante de emoción cuando un tío al que no conocía le dio un pase largo a Héctor, este le pego desde lejos pero con demasiada precisión. Héctor había marcado gol, y eso no había sido todo, ahora creaba una "A" con sus manos mientras me observaba.

Liv se movio al instante mientras me observaba al parecer más emocionada que yo. Me limite a reír, estaba bastante nerviosa con lo que había hecho, y probablemente mi rostro ya estaba rojo.

-Buen partido bebé- Decía Liv mientras abrazaba a Marc. Al escuchar aquellas palabras, miles de burlas vinieron a mi cabeza para molestar a Liv. Pero considerando que mi novio, era el mejor amigo del suyo, ahorraría las burlas mutuas.

-¿Ya no estas enojada?- Pregunto Héctor sonriendo y curioso mientras me observaba. Su pregunta creo una confusión instantánea en mi, hasta que recordé mis palabras antes de que el jugará.

-Puede ser. Buen gol- Dije para sonar un poco más amorosa. No se me daba del todo bien ser así, pero Héctor era especial para mi, y deseaba hacerlo sentir igual.

Este antes de decir algo cogio mi muñeca. Entendí la acción que deseaba realizar mientras empezaba a moverme de mi sitió. Mire atrás buscando a Liv, esta estaba muy feliz con su novio, a lo cual me relaje.

Héctor tomaba mi mano mientras me llevaba a un lugar lejos de las multitudes humanas que había en el instituto. Las partes más lindas de este, era a veces las menos concurridas. Al parecer les gustaba pisar más cemento que pasto.

Habíamos llegado a un lugar lleno de flores y árboles. No había nadie, y aún que el lugar no era algo secreto, si era algo poco explorado por los estudiantes.

-¿Y si hago esto el enojo se acaba?- Preguntó Héctor provocando que mi vista ya no estuviera situada en el lugar, si no en el. Aún que su pregunta pudo haberme hecho cuestionarla no tuve tiempo para ello.

Héctor me sorprendió llevando mi cuerpo hacia el suyo, juntando nuestros rostros hasta unir nuestros labios con un increíble beso.

Solo podía mover mis labios al ritmo de los suyos mientras este los presionaba aún más. Una de sus manos estaba sobre mi parte lateral de el cuello unido a mi mandíbula. Sus toques eran simplemente efectos sensoriales ante mi cuerpo.

El beso continuaba extendiéndose hasta que su mano derecha tocó mi cintura baja, provocando que al instante me sorprendiera y mi cuerpo creara diversas sensaciones. Ocasiono que alejara un poco mis labios, sin despegarlos por completo.

Still Young - Héctor Fort Donde viven las historias. Descúbrelo ahora