Still Young - Héctor Fort

¿𝐶𝑒𝑙𝑜𝑠?

Liv apenas vio a Marc corrió hacia este para ir a saludarlo, cada vez era más notable que algo tendrían ellos dos. De cierta forma estaba muy feliz, ya que ambos se veian feliz, y Marc no era aquel idiota del que yo pensaba.

Me limite a acercarme a ambos, ya que estaba Héctor, y los siguientes 90 minutos, compartiríamos. No quería que esto fuera malo desde tan temprano.

El taller inició, nos daban bases básicas del fútbol y controles fáciles. O al menos para mi, y notablemente Marc y Héctor. Los cuales se dirigían hacia mi y Liv.

-No lo hacen nada mal- Nos dijo a amabas Marc mientras este nos compartía un linda y sútil sonrisa. Al la cual Liv no tardo en responder.

Héctor por su parte ocupaba estos tiempos libres para centrar su atención en su teléfono. Era algo insoportable, pero al menos lo mantenía ocupado y callado.

-Bien chicos, venid- Dijo el entrenador, logrando captar la atención de todos pues pronto diría la lista de las personas que quedan en el plan "A", y plan "B". Esto diferenciando nuestras capacidades.

Empezó a decir los nombres por orden alfabético, como era de esperarse los cuatro quedamos en el plan "A", no eran tan exigentes pero los cupos era limitados. Todo iba bien hasta que una chica interrumpió.

-¿Por qué quedé en plan "B"?- Cuando escuche aquellas palabras pude entender que se trataba de la misma chica que había perdido durante balón contra mi. No quería que me viera, ya que tener más problemas solo seria para peor.

Pero fue en vano, ya que esta apenas me vio, volvió a abrir la puta boca.

-¿Es una broma?, queda esta pero yo, ¿no? Pareciera que a la hija del entrenador le compran el puesto- Dijo esta a toda voz mientras me miraba, logrando que muchos se notarán sorprendidos, pero también bastante confundidos. Había quedado helada, no sabía como reaccionar a ello. Pero ya podía notar que esta me cabreaba al máximo. Y no me quedaría callada siempre.

-Lo que mi padre sea o no sea, no influye en nada. Tal vez tú padre es un buen empresario, pero eso no implica que la estúpida de su hija tenga privilegios. Solo juegas mal, no hay tanto misterio- La clase estalló en ruidos molestos, pues estos le daban más énfasis a lo que estaba sucediendo.

-Bien chicas, parad. Los resultados ya están, la clase ah acabado, pueden irse- Dijo el entrenador para que finalmente pudiéramos ir a los vestidores a limpiarnos.

Lo cual rápidamente hicimos con Liv, quien aún aguantaba la risa frente a la humillación de la chica, ni siquiera me digne a mirar a Marc y Héctor, no quería preguntas idiotas.

Marc y Héctor:

Luego de todo aquel espectáculo por el cual había quedado sorprendido, Marc y yo recibimos un correo el cual vimos cuando nos estábamos cambiando.

-Puta mierda, Estoy flipando!- Había pasado, había llegado, esa notificación que con tantas ansias habíamos esperado, estaba feliz. Estaba increíblemente feliz, un sueño hecho realidad, tanto para mi, como para Marc.

Luego de celebrar con Marc este me propuso algo, a lo que quede completamente helado.

-Podríamos ir a comer ahora, los cuatro, así celebramos, y salimos un rato juntos- Mis ojos se abrieron frente a aquello que Marc decía, salir con Aria, vaya dios que comida sería esa. Pero no podía mentir, la idea me parecía genial.

-Bien, suena bien- Le respondí ante su propuesta, las cosas estaban saliendo muy buenas, y notablemente interesantes.

Ambos salimos ya listo de los vestidores, limpios y luciendo geniales. Esperábamos a que las chicas salieran del vestuario, cuando veo a la conflictiva que cada que podía, se desquitar con Aria, algo había quedado rebotando en mi mente, haci que decidí preguntar.

-Disculpa, ¿podría hacerte una pregunta?- Le dije mientras me acercaba a ella, esta rápidamente cambio su cara sería, a una con una gran sonrisa.

-Porsupuesto- Me respondió esta mientras se acercaba a mi, y hacia cosas estúpidas para llamar mi atención.

-¿El padre de Aria, es entrenador?- Al escuchar aquel nombre salir de mi boca, esta cambio totalmente su expresión, denotaba molestia, pero de igual forma me respondió.

-No lo sé, pregúntaselo a ella- Me dijo de forma irrespetuosa para luego irse, algo enojada, las tías eras demasiado complicadas a veces. Me gire para volver con Marc, quien ya hablaba con Olivia y Aria, esta última me miraba, pero rápidamente sacó su mirada.

Aria y Liv:

Ambas salíamos de los vestuarios cuando Marc nos detuvo, este rápidamente nos contó lo que planeaba hacer. Quería ir a comer, las razones no se me hicieron claras y me limite a asentir, y sabía perfectamente que me estaba desconcentrando.

A unos cuantos pasos, Héctor el imbécil que tanto odiaba estaba hablando con la persona, que al parecer me odiaba más. Algo que me revolvió el estómago, era realmente molesto ver aquella escena, pero no podía evitar mirarlo, hasta que este termino de hablar con ella. Giro y su mirada choco con la mía, la saque rápidamente, no deseaba verlo. Estaba molesta, pero aparentemente sin razón alguna.

-¿Pedimos un auto, o vamos en autobús?- Pregunto Liv mientras los cuatro caminábamos en dirección a la salida del instituto.

-Supongo que lo mejor será un auto, los lugares para comer están algo alejados- Sugerí mientras mi mirada solo iba hacia Liv.

-Tiene razón, además hay algo de tráfico- Dijo aquella voz la cual no quería oír en este momento, me limite a seguir mirando en dirección al frente. Que notará o no mi descontento, me daba igual.

-En auto será- Dijo Marc, para finalmente irnos a la vía principal, y llamar a cualquier conductor que nos pudiera llevar.

-Llega en cinco minutos- Nos explicó nuevamente Marc para que esperábamos el poco tiempo que quedaba. Todos asentimos mientras esperábamos.

-Pido la ventana- Dijo Liv sonrientemente, pues parecía una niña pequeña, pero muy adorable.

-Yo iré a delante, la aplicación va abierta en mi teléfono- Nos indico Marc mientras este apuntaba su teléfono en mano.

-Ni de coña voy al medio- Dijo finalmente Héctor, odiaba ir en medio, pero no tenía ganas de hablarle, así que me quedé callada.
Aún que no hable, podía sentir las tres miradas de ellos sobre mi, era algo incómodo, gracias al destino Liv hablo.

-Nunca vas en medio, ¿no quieres ir por la parte de la ventana?- Cuando Liv me pregunto aquello, pude sentir como Héctor penetraba todo mi ser con su mirada, me hacia sentir intimidada, pero no significaría que sederia ante aquel juego.

-Esta bien asi- Le dije mientras la abrazaba por detrás y cargaba mi peso en ella, era divertido estar con Liv y compartir con ella.

Habían pasado los cinco minutos, y los cuatro nos encontrábamos acomodandonos en el auto, el viaje sería de aproximadamente unos 30, o 40 minutos. Ya que aquellos chicos tenían claro al lugar que querían ir.
Cuando nos estábamos acomodando, sin querer corrí fuerte mi mochila, golpeando la pierna de Héctor. Este rápidamente habló.

-Vaya, ¿no sabes a comodarla sin hacer eso?- Me dijo de una forma imbécil, que no iba del todo enserió podía notarlo, pero mi sensación anterior, aún no se iba, me limite a disculparme.
Cosa que Héctor, no supo como tomar, ya que este abrió sus ojos y no me dio, ni una sola respuesta. Estaba increíblemente sorprendido. Ya que este solo buscaba alguna interacción, y yo solo buscaba ignorarlo.

Luego de aquello, las cosas continuaron llevábamos aproximadamente unos 25 minutos de camino, y yo me estaba quedando dormida. Estaba cansada, y mis ojos se estaban cerrando de apoco, me incline hacia Liv, intentando acurrucarme. Solo serian unos minutos.

Cuando sentí que el auto se detenía abrí los ojos, esperando ver a Liv me encontré con la sorpresa de que no era su hombre el que me acogía y me permitía dormir. El me miraba, y yo a él, no sabía que hacer.