Still Young - Héctor Fort

𝑀𝑎𝑠 𝑐𝑒𝑟𝑐𝑎 𝑑𝑒 𝑃𝑎𝑟𝑖𝑠

El tiempo había pasado con rapidez, tan solo era cosa de semanas para que viajaramos a París. Marc y yo, nos habíamos preparado desde temprana edad. Ahora solo debíamos confiar en ello y dar el máximo en los siguientes partidos.

-Héctor Fort, es tu turno- Me decía una mujer de alta edad mientras me indicaba que entrará a una habitación plagada de luces. Me limite a asentir y entrar en ella.

Seria mi primer partido en el Barcelona "B", y debíamos ser presentados con anterioridad en las páginas oficiales. Así que la agencia estaba ocupada tomándonos diversas formas de promoción. No era complicado para mí, lucia bien. Y aquello era suficiente.

-Tío, ahora entiendo a Olivia- Le decía a Marc mientras la mujer le tomaba diversas fotos. Mis palabras fueron suficiente para que ambos rieron a carcajadas. Y el ambiente fuera totalmente agradable.

Así siguió nuestra tarde. Hasta que finalmente habíamos finalizado las fotos. Marc y yo mirábamos todas las opciones que teníamos de ella. Y no tuvimos ningún inconveniente, ya que nos veíamos increíbles en cada una de las opciones entregadas.

-Hola chicos- Nos decía nuestro entrenador Fernández, el cual nos haba sorprendido por su presencia en el lugar.

-Hola entrenador- Dijimos al mismo tiempo junto a Marc, para finalmente extender nuestras manos. Y crear un saludo más formal.

-Las fotos han salido increíbles. Vengan a cenar hoy a casa, París está cerca, hay temas de los cuales hablar- Nos decía el padre de Aria, mientras miraba las fotos que estaban en el panel.

Aún que no estábamos del todo convencidos ya que no deseábamos molestar, acabamos camino a su casa en su auto. El viaje fue cómodo, y de cierta forma sentía cosas por llegar a su hogar. Y ver a Aria.

-Hija baja a cenar, eh traído comida- Decía el entrenador mientras subía las escaleras. Aria debería de agradecerme, ya que yo fui quien propuso la gran idea.

Demoro un poco, ya que su padre, Marc y yo. Ya nos encontrábamos cenando, sin ningúna insinuación de presencia de Aria. Hasta que los escalones de las escaleras, empezaron a resonar.

-Siento la tardanza, hola- Expresaba Aria mientras se integraba a la mesa. Los sentimientos que me recorrieron en aquel momento fueron diversos. Tantos que ni yo mismo los podía entender, la verdad, jamás los podría entender si estos tenían que ver con Aria.

Para mi mala suerte, esta niña tonta que me hacía sentir tanto, había quedado justo sentada a mi lado. Intenté que aquello no me afectará, pero mi corazón latía con fuerza, y era algo lo cual no podía controlar.

El padre de Aria habló demasiado sobre lo que vendría, y el como somos una parte fundamental de el equipo. Aquello me satisfago demasiado. Hasta que Aria hizo su gran comentario.

-¿Gran defensa?, con suerte se defiende a el mismo- Dijo mientras provocaba la risa de Marc y su padre. Por mi lado mantuve una cara sería, mientras reía con un tono sarcástico. Y esta seguía burlándose en mi cara.

-¿No sabes pelear?- Me pregunto el padre de Aria con buenas intenciones, pero provocando una total vergüenza desde mi lado.

-Por supuesto que sí, ¿cierto Aria?- Agrege esto último, ya que estaba totalmente seguro de que saldría con alguna contradicción.

Deslice mi mano por debajo de la mesa hasta su muslo. Sin que nadie notará aquella acción, en el momento fue demasiado rápido. No medí que tan arriba mi mano tocaba, y el hecho de que estuviera con shorts, solo me ponía más nervioso. Pero debía asegurarme de que su respuesta fuera afirmativa. Presionaba su myslo esperando que asintiera a mi favor.