Still Young - Héctor Fort

𝐷𝑒𝑚𝑜𝑠𝑡𝑟𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠

-Aria, esperame- Gritaba Liv desde el otro lado del pasillo mientras se acercaba a mi. Había llegado tarde por eso la prisa, yo también lo había hecho pero aquello era muy poco importante para mi.

Estábamos en el instituto y caminábamos por las escaleras dirigiendonos a nuestro salón. Nuestra primera clase de jueves era matemática, estaba claro que aquello solo lograba más desinterés desde mi parte.

-Ari apura la caminata, vamos ya 20 minutos tarde- Hice caso a su petición debido a que no era consciente de el tiempo tardado que llevábamos. Aquello si que sería un castigo para ambas.

El día había pasado bastante aburrido, y recordar que la tarde sería el inicio de temporada en mis entrenamientos estaba fatal. No tenía ni las más mínimas ganas de asistir a ello.

-Marc entrena hoy, tus entrenamientos aún no acaban cuando ellos finalizan, ¿podemos ir en la tarde Ari- Me preguntaba Liv mientras caminábamos hasta la parada de autobuses, asentí de inmediato, no habría problema en aquello.

Estaba cambiando me ropa mientras guardaba las cosas en mi bolso para el entrenamiento, cuando una notificación vibro en mi teléfono, indicando que un mensaje había llegado a Instagram.

H: "¿Prefieres dulce o salado?"

Cuestionaba el mensaje que se encontraba denotado en mi pantalla. Aquello provocó una sensación completamente nueva en mi, Héctor jamás me mandaba mensajes, y menos para algo tan poco casual.

A: "¿Qué te importa?"

Respondí sin dudarlo, ahora tenía conocimiento de mis sentimientos por el. Pero aquello no significaría que sería obvia frente a eso, no sabía si eran mutuos, y mucho menos haría el papel de retrasada.

H: "Responde imbécil, no tengo todo el día"

Escribió este al instante mientras aún no posicionaba mi teléfono sobre la cama para seguir con mis deberes. Era divertido discutir con él, pero ahora no tenía mucho tiempo.

A: "Dulce, como tú gilipollas"

Envíe el mensaje esperando que la intención de burlas se comprendiera al instante. Apague el teléfono para finalmente salir con mi bolso en mano y mis audífonos en mis oídos.
El lugar no era lejano, podía llegar en autobús pero odiaba la idea de ir allá sin música en mis oídos. Aquello volvía todo más cómodo.

Héctor:

-Eso ni siquiera te gusta, ¿para que lo quieres?- Me preguntaba Marc mientras toma el objeto entre sus manos, y hacia una cara de confusión estabamos comprábamos diferentes alimentos. Había puesto una barra de chocolate en la bolsa de compras. Las detestaba pero a Ara podría gustarle.

-Es para Ara, ¿ve que más te falta idiota?- Expresaba mientras tomaba la barra de chocolate y la volvía hacia la bolsa. Este solo río por mi intento de cambiar el tema. Finalizo por darme algunas palmadas en la espalda mientras sus carcajadas aumentaban.

Nos debíamos de apresurar, Olivia no tardaría en llegar para que la acompañaremos al entrenamiento de Ara. Este estaría por finalizar cuando llegáramos, pero cualquier excusa para ver a esa niña tonta sería razón de ir. Estaba un tanto emocionado y nervioso, detestaba eso.

-Hace un frio- Indicaba Marc mientras entrábamos al lugar donde Ara realizaba sus entrenamiento. La pista estaba congelada como era necesario, pero las gradas estaban que se hacían hielo.

-Pues es una pista de hielo, gilipollas- Decía mientras Marc hacia una cara de enojo en juego mientras me golpeaba con suavidad. Aquello provocó tanto las risas de Olivia como las mías.

Caminamos rodeando la gran pista que desprendía sus bajas temperaturas. Aproximandonos hasta los asientos que estaban más cerca del conjunto de personas que se encontraba entrenando. La luz era poca, todo ello se debía a el protagonismo que se le intentaba otorgar a la pista.
Mira en todas direcciones pero no vi a Ara, supuse que saldría en un tiempo más. Así que Olivia, Marc y yo tomamos asiento en el frío y hermoso lugar.