Estaba aguantando las ganas de reír, mientras Marc dibujaba con un marcador en el rostro de Aria.
-Apúrate, si despierta nos mata- Le decía mientras este seguía dibujando diversas figuras en el rostro de Aria. Por mi parte sólo extendía mi mano, para poder grabar aquel momento.
Aria aún seguía sobre mi hombro, durmiendo con una cara inexplicablemente hermosa. Mi intención también era capturar aquel momento.
-Si se despierta le diré que fue tu idea- Me decía Marc mientras finalizaba la ultimaba figura que pondría en su rostro. Su cara estaba adornada de diversas cosas, cubos, triángulos, líneas sin sentido. Y un corazón, del cual si tenía responsabilidad.
-Claro, quieres que me odie más- Le explique a Marc mientras giraba mis ojos. Este antes de responderme pareciera que estaba pensando con cuidado sus palabras.
-No creo que te odie, creo que ambos deberían ser más sinceros solamente- Aún que su voz sonaba divertida como siempre, sus palabras denotaba total sinceridad en lo que decía.
No pude responder nada, ya que esas palabras dirigidas hacia mi, fueron una nube inexplicable de confusión y pensamientos. Lo podía percibir de muchas formas. Y no sabía cuál era la correcta.
Mis pensamientos acabaron cuando Aria empezó a removerse sobre mi hombro. Pude ver el pánico en los ojos de Marc, solo esperaba que Aria no lo notará. Pero las cosas no salieron como esperaba.
Aria se levantó rápidamente quedando sentada en la cama, por primera vez la había visto como se despertaba después de dormir. Su cara era de total desconsertacion, y vaya que la hacía ver atractiva. Dios esos pensamientos invadían mi mente.
-¿Es una broma?- Marc y yo quedamos totalmente confundidos, ni siquiera se había tocado el rostro, no podía descubrirnos tan rápido.
-¿Que cosa?- Dijimos Marc y yo al mismo tiempo, mantendríamos la mentira lo más que pudiéramos.
-Son unos idiotas- Dijo riendo mientras se levantaba con rapidez, lo cual fue una gran señal para que Marc y yo, escaparamos de ella de inmediato.
Los gritos y risas resonaban en el lugar, como fuertas ondas que nos dejaban oír una emocionante composición. Los tres éramos felices en ese instante, corríamos pata que Aria no nos alcanzará.
-Fue idea de Marc, lo juro- Gritaba Marc mientras ella aún estaba decidida a llegar a nosotros.
Íbamos bajando las escaleras, con mucha diversión. Hasta que pude ver a nuestros padres en la sala. Platicando felizmente.
-Mamá, mamá, nos quiere matar- Le dije a mi madre mientras me escondía atrás de ella. Seguido de aquello, Marc me utilizaba como escudo.
-Pero mire lo que me ah hecho su hijo- Le dijo a mi madre con un tono divertido, y bastante amable. Que compraría a cualquiera, y vaya que lo había hecho con mi madre.
-Miren como le dejaron la cara a esta probé criatura- Decía mi madre mientras se acercaba a abrazarla, y consentirlo como su fuera su propia hija.
-Su hijo es muy malo- Le decía Aria a mi madre, mientras fingía llantos y la abrazaba aún más fuerte.
Marc y yo nos mirábamos con cara de sorpresa. Evitando de cierta forma la risa, y siguiendo aquel juego que mi madre y Aria planeaban.
-Madre no puedo creer como me traicionas de esta forma- Le decía a mi madre con cierto dolor fingido.
-Vamos amigo, tu madre ya nos cambio- Me decía Marc mientras me abrazaba y ambos fingiamos llorar.
Las risas continuaron y seguimos jugando hasta que llegó la hora de irnos. Ya era bastante tarde, pero sin duda había sido un día de felicidad, y con muchas sorpresas.
☆ 2 semanas después ☆
-Joder tío, puedes aprendertelo de una vez- Le gritaba a Héctor mientras estábamos en la biblioteca. Debíamos crear una presentación sobre un tema otorgado, era una taller extra, así que nosotros cuatro decidimos hacer grupo, cosa la cual debimos razonar antes.
-Por que te pones tan insoportable- Me contradecía Héctor con su típico tono de sarcasmo, algo que me molestaba aún más.
-Ya chicos, solo sigamos practicando- Nos termino por decir Liv, ya que ella era la que más tranquila estaba con el proyecto.
-Déjalos, quizás se terminen matando- Termino por decir Marc a Liv, a el le parecía todo divertido. Y la verdad siempre nos sacaba una sonrisa y carcajada.
Seguimos practicando ya que la presentación era en dos días, y aún no habíamos practicado nada. Dejábamos todo para última hora. Y ahora nos estaba pasando esto.
Nos encontrábamos trabajando "tranquilamente" en biblioteca cuando llegó la inspectora. Desafortunadamente el recado iba para mi.
-Aria, te necesitan en sala de coordinación- Solo asentí y me limite a seguir hacia la oficina, debido a que la inspectora no me siguió se me hizo extraño.
Héctor:
-Madre, ¿sucede algo?- Le pregunto Marc a su madre, luego de que esta siguiera con su cara de preocupación.
-Talvés necesite apoyo, ¿quién de ustedes puede ir?- Aquellas palabras fueron suficientes para que mi preocupación aumentará. Me levante rápidamente, antes de que Olivia lo hiciera, y me fui tras Aria. Esperaría a que escuchara lo que debía escuchar.
Aria:
Apenas llegue a la oficina pude notar que la puerta estaba abierta, y que mi padre se encontraba adentro con una cara de preocupación máxima.
-¿Qué pasó padre?- Le pregunté a este, ya que su cara de preocupación me tenía realmente asustada.
-Hija toma asiento, necesito que leas este correo de tu madre- Escuchar aquello fue suficiente para querer escapar de aquella sala. Nada que tuviera que ver con mi madre era bueno.
-Tranquila, es importante hija- Me dijo mientras retrocedía un poco y me daba mi espacio para leer aquel mensaje.
《Queria hija:
Me acabo de enterar, que tu inscripción en el centro deportivo de patinaje sobre hielo, fue cancelado hace un poco más de 6 meses. Te prepare y deje mis ingresos para que destacaras es este gran deporte. No veo buenas razones para haberlo dejado.
Te daré un poco más de una semana, para que vuelvas a estar inscrita. Deseo una hija que destaque y no avergüence a su familia.
Del contrario, te tendré a mi lado para que sepas que debes, y no hacer.Saludos, tu madre.》
Quería llorar, no podía mentir en aquello, era realmente frustante que se metiera de esa forma en mi vida. Era el sueño de ella, no el mio. Proyectaba cosas en mi que no deseaba. Decide mi vida, cuando jamás quiso ser parte de ella.
-¿Volveré al patinaje?- Le pregunté a mi padre, mientras evitaba llorar. Jamás lo había hecho enfrente de nadie, no lo haría ahora.
-Hija comprende, volver a ello será de otra forma, no como a sido siempre. Serán competencias, reconocimientos, hija...- Y antes de que pudiera continuar lo interrumpí, diría lo necesario y me iría. Tenía muchas ganas de llorar.
-Mi madre ya decidió padre, empezaré el Lunes- Y como si aquello dependiera de mi vida, salí con rapidez de la sala, necesitaba encontrar un lugar y llorar. Solo deseaba aquello.
Mi corazón latía de forma repentina, y mis ojos se ponían de un color rojo, que hacia que solo pudiera notar más mis ganas de llorar.
Al fin había logrado salir y caminar por los pasillos, cuando lo vi a él Héctor. Por un instante pensé en caminar hacia otro lado, pero mi cuerpo estaba paralizado. No sabía que hacer.
Héctor se acercaba a mi, mientras mi corazón palpitaba cada vez más fuerte. Los sonidos se volvieron sordos, y el tiempo eterno. Estaba todo detenido, eramos solo el y yo. Yo en un estado vulnerable.
Baje la mirada, como si el mundo estuviese sobre mi. Hasta que unos fuertes brazos me rodearon, haciéndome sentir cálida. Haciéndome sentir algo que jamás había sentido. Y era el quién lo provocaba.
-ℰ𝓈𝓉ℴ𝓎 𝒶𝓆𝓊𝒾 𝒜𝓇𝒾...-
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Still Young - Héctor Fort
FanfictionLas historias adolescentes, nos hacen recordar la juventud, la felicidad y los momentos gratos que compartimos con aquellos quien en nuestra memoria perdurarán. Pero también aquella parte conflictiva, la cual muchas veces no supimos como resolver. A...