𝓗𝓪𝓽𝓮 𝓨𝓸𝓾

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Después de que Seokjin me dijo el genero de mi bebé, estuve muy entusiasmado, así que a escondidas aprendí a tejer, imaginando cual seria su tamaño.

Llegué a hacer zapatitos, gorritas y pequeños vestidos.

"Es niña"

Aquellas palabras de Seokjin no dejaban de rondar mi mente y así fue el no mentía.

En cuanto ví el rostro de Yoongi supe que sus ojos ya no serían completamente míos, ahora le pertenecían a nuestra hija, la arrullo con sumo cuidado hacia mi dirección, para ponerla en mis brazos, no pude evitar soltar lágrimas de felicidad.

- Nuestra hija...es hermosa - hable viendo lo blanca que era, su cabellito castaño teniendo mechones grises cayendo por su pequeña frente, y ni hablar de sus ojitos, eran iguales a los de Yoongi, ella era única, y era obvio que iba a tener unos padres muy celosos sobre todo uno en especial, y así es me refería a Yoongi quien pasaba si dedo índice con mucho cuidado sobre sus regordetas mejillas.

Los enfermeros fueron saliendo de la habitación al igual que los sirvientes, dejando así a solas a los reyes quienes merecían tener su propia privacidad.

- Gracias - Hablo él peligris depositando un beso en los labios de su castaño - Gracias por darme a tan hermosa hija - susurro volviendo a besar los labios del menor - en efecto aquella criatura tenía la piel palida pálida de su padre al igual que pequeños mechones y ojos grises, pero sus rasgos faciales eran iguales a los de Taehyung, había heredado aquella cuadraba y preciosa sonrisa de su padre doncel.

Por efecto aquel ambiente era tan íntimo y preciado para la pareja quienes ahora ya se habían convertido en padres de una hermosa nena.

La noche había caído rápidamente y Yoongi ayudó a Taehyung a asearse y cambiarse mientras que en otro lado de la habitación dormía plácidamente en una pequeña cuna su bella hija, pero ya era hora de alimentarla así que con sumo cuidado el peligris la cargo en sus brazos para llevárselo a Taehyung y así pudiera darle de lactar.

- Así que a escondidas tejiste eso? - pregunto Yoongi mirando el pequeño vestido que su hija portaba

- No podía estar tranquilo además me aburría mucho no hacer nada - contesto

- Y ya que sabías que iba a ser niña ya sabes que nombre ponerle a nuestra hija

El castaño asintió rápidamente

- Chaewon

- Min Chaewon - murmuro el peligris mirando a su hija - Es perfecto - finalizó depositando un beso en la frente del menor.

Pero lo que ninguno de los dos sabía era que una tercera persona ya estaba al tanto de todo y que ya estaba alistando a todos sus hombres para la emboscada.

- Miren que tenemos aquí.... - el murmullo que aquellos hombres ingresando a ese pequeño local era muy común, toda la atención se iba en aquel rubio quien bailaba meneandose entre un lado a otro.

Después de que fue expulsado del palacio comenzó a buscar un trabajo decente era claro que nadie se lo entrego puesto a qué no querían a una persona tan sucia como el en sus puestos de trabajo, pero el hambre y el frío estaba haciendo de las suyas así que su última opción fue convertirse en una meretriz.

Al principio le fue difícil estar en completa disposición de los hombres gordos y feos que ingresaban pero con el pasar de las semanas se acostumbro.

- Oye Minji te toca - hablo el dueño del local hacia el rubio, era claro que jamás daría su nombre real así que busco otra alternativa para que lo llamarán de otra forma.

El hombre que lo seguía detrás suyo era alguien sumamente adinerado así que trataba de conquistarlo para que lo sacará de este lugar ya lo había intentado una vez pero llegó a sufrir un aborto espontáneo pensó que eso había leído a causa de las continuas veces que mantenía relaciones así que se cuido y espero a aquel sujeto para contarle.

- Como estas precioso? - pregunto aquel sujeto sujetando las caderas del rubio quien sonría coquetamente.

- Ahora que estás aquí me encuentro muy bien, aunque tengo que decirte algo cariño

- Así? Y que es?

- Estoy en estado - el sujeto frunció el ceño y rio fuertemente

- Y como estás seguro que es mío? Este lugar esta repleto de muchos hombres

- Las fechas coinciden - el sujeto al ser un hombre con dinero y dueño varias tierras estaba loco por la belleza de Jimin así que accede a llevárselo mañana por la mañana, pagando así al dueño de aquel local la cantidad adecuada por el rubio al fin y al cabo aquel rubio sería su tercer esposo.

Jimin al llegar a la gran casa de su ahora esposo no espero encontrarse con otros dos donceles más, sus rostros maltratados y miradas tristes le dió a entender que había tomado una mala decisión, otra vez....

Dos niños corrían por el lugar mientras que el otro amantaba a una pequeña niña y el otro cargaba con un gran y abultado vientre.

- Este ahora es tu hogar ellos dos son mis esposos y tú eres el tercero, llevas un hijo mío, lo cual es lo más preciado para mí - finalizó saliendo de la casa

- No debiste venir... - murmuro el doncel peli naranja que amantaba a su niña - Pero si llevas un hijo de él estás condenado al igual que nosotros

- Por qué lo dicen, el..es un buen hombre no? Es rico y dueño de muchas tierras

- Un abusador y egocéntrico - contesto el doncel de pelo rojo - Eso es lo que es, te trajo para convertirte en un sirviente más, si quieres tener una vida plena entonces encárgate de dar a luz a un varón y los golpes serán menos dolorosos

Aquellas palabras hicieron que un fuerte escalofríos recorriera por todo el cuerpo del rubio quien llevó su mano a su vientre.

"Ya di a luz un niño, estoy seguro que volveré a tener otro"