Capítulo 8

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Sunghoon.

—Camping. No sé... —La tía Jihyo se apaga.

Sé que está dividida entre controlarme y alejarme. Ella y Daniel nunca pudieron tener hijos. Creo que a casi dos meses de tenerme viviendo aquí, se da cuenta de que esquivo una bala. No soy fácil de ninguna manera.

—Lo haré tomar su medicina —asegura Heeseung.

Me sonrojo cuando me guiña un ojo. Esta mañana, me escabullí del sótano y me metí en la ducha porque necesitaba alivio. Después de anoche, mi mente ha estado zumbando como loca.

Mi hermano.

No le encuentro el sentido. Anoche fue... Agradable.

La forma en la que me tocó se sintió tan íntima. Como un hechizo que no quería romper. En la oscuridad, es fácil ser valiente. A la luz del día, me derrito bajo sus intensas miradas.

—Bien. Tengan cuidado. No bebas, Heese. Si ustedes flotan por el río, tengan cuidado. No quiero una llamada diciendo que mis sobrinos se han ahogado en el Niangua. —Funce los labios y luego nos despide. —Están dejando perder la luz del día. Váyanse.

Un par de horas más tarde ya estamos en el coche que se dirige al río. Son casi dos horas de viaje y deberíamos llegar esta tarde con tiempo suficiente para disfrutar el sol. Heeseung enciende una lista de reproducción de las canciones que le he estado enviando. Estoy demasiado mareado por el hecho de que se haya tomado el tiempo para recoger las canciones. Escuchamos a Radiohead mientras busco en Google campings. Heeseung me cuenta sobre su amigo Jay y algunos de los jugadores de béisbol. Pero sobre todo, hablamos de mamá y papá. Es terapéutico. No me gusta hablar con la tía Jihyo aunque mamá fuera su hermana mayor. Tampo estoy seguro de que Heeseung hable mucho con Jake sobre ellos. Es como algo sobre lo que podemos estrechar lazos. Nuestra pérdida. Nuestros recuerdos. Nuestra familia.

—¿Jake no quiso venir con nosotros? —preguntó, con mis ojos en él.

Sus aviadores ocultan sus ojos, pero puedo decir que está tenso por la pregunta.

—Él no fue invitado.

—Oh.

Se inclina hacia adelante y baja la música. —Le dije que quería concentrarme en ti. Hemos pasado por algunas cosas, Hoon. Creo que nos merecemos este tiempo para trabajar en las cosas.

La emoción obstruye mi garganta. Todo lo que puedo hacer es asentir con la cabeza.
—Gracias por esto.

Me muestra una sonrisa brillante que hace que mi ritmo cardiaco se acelere. —Vamos a divertirnos.

La felicidad florece dentro de mí como una rosa de dulce aroma. Admiro este nuevo florecimiento mientras recorremos el camino cantando canciones. Dos horas pasan rápidamente y pronto estamos cargando nuestro equipo en una balsa. Yo quería una canoa porque se ve ruda, pero Heeseung me pidió que confiara en él.

Y como lo hago, acepté tomar la balsa con él.

Después de ver a tres parejas diferentes en sus canoas mientras pasamos, agradezco haber escuchado. Heeseung y yo hemos podido sentarnos y disfrutar del paseo.

—Hace calor hoy —me quejo, pero me niego a quitarme la camiseta. Ahora que Heeseung ha señalado lo delgado que cree que estoy, me da vergüenza que me vea con menos ropa.

—Aquí, déjame ayudarte a refrescarte. —Sonríe antes de inclinarse a un lado y recoger agua fría del río en su mano.
Gritó cuando me lanza un puñado entero, empapando mi remera. Me quito los lentes de sol y me limpio el agua de la cara con el dorso de la mano.

LEE ⛓️ HEEHOON []Donde viven las historias. Descúbrelo ahora