Capítulo 15

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Heeseung

Durante todo el viaje de Arkansas a Missouri, me dije que mantendría mi distancia. Lo vería pero no lo tocaría. Todo eso salió volando por la maldita ventana en el momento en que lo vi luciendo tan jodidamente triste en la cama. Solo. En su cumpleaños. Antes de que volara a mis brazos, medio desnudo, supe que mis palabras de ánimo no tenían sentido.

Quiero tanto a Sunghoon que me está volviendo jodidamente loco.

Es más que querer lo que se supone que no debo tener.

Es sólo él.

Su olor. Sus raras sonrisas. Sus amplios ojos marrón pálido. Sus labios deliciosos.
Su dulce voz. Su maldito todo.

Durante años estuve con Jake y la mayoría de ellos les juré que estaba enamorado de él. Pero el zumbido en mis venas cuando estoy con Sunghoon no se parece a nada que haya sentido antes. Él es todo en lo que puedo pensar. Todo lo que me importa. Lo que tengo para él es más que amor. No solo tenemos el amor, la atracción y la química entre dos personas, sino que también tenemos la misma historia y experiencias familiares añadidas. Tal vez por eso está mal visto el incesto. Una doble dosis de amor. Una cantidad letal de amor. Pero demasiado amor parece un buen problema.

La cena estuvo bien. Lo llevé al mismo restaurante italiano al que iban mis padres cuando murieron en el accidente.
Gracias a la nueva identificación falsa de Sunghoon, ambos pudimos beber vino en su honor. Recordamos y celebramos como nuestros padres hubieran querido que lo hiciéramos.

—Estás callado. ¿Estás nervioso?
—Sunghoon pregunta desde el asiento del pasajero de mi auto.

Aprieto su mano que está apretada en mi agarre, descansando en mi regazo. —No estoy nervioso. ¿Seguro que quieres hacer esto?

Asiente con la cabeza. —Estoy listo.

Le muestro una sonrisa mientras me pongo en un lugar frente al salón de tatuajes. Tan pronto como apago el coche, levanto su mano y le beso los nudillos antes de soltarlo. —Te ves bien. Demasiado bien —refunfuño.

Su risa es musical y muy dulce. —Gracias, creo.

Mis ojos se posan en su camisa azul marino que abraza su delgado torso, y en los pantalones apretados que resaltan sus piernas. No tiene abotonados los dos primeros botones, y la pequeña vista de su pecho me endurece la polla. Será difícil no querer golpear a los cabrones que lo miran en la cara.

—Antes de entrar, quería darte tu regalo.

Él frunce las cejas. —Pensé que el tatuaje era mi regalo.

—Ese es tu otro regalo —le digo riendo.

Saco la pequeña caja de mi bolsillo y se la doy. —Quería que tuvieras algo que te hiciera pensar en mí cuando no estuviera alli. Y... —Aprieto los dientes. —Y para recordarte que si tuviéramos una vida diferente, te lo daría todo.

Su garganta se mueve y su labio inferior tiembla cuando me quita la caja. La abre y deja escapar un suspiro ahogado. —Es bonito.

Exhalo con alivio. —Me alegro de que te guste. Quería algo simple y no obvio para nadie más que para nosotros.

Saca el collar de oro blanco de la caja y lo sostiene delante de él. Dos anillos de oro cuelgan de la cadena. Uno es más grueso y más grande. El otro es delgado y delicado. Son anillos de boda. Baratos. Sin detalles. Es simple. Pero el significado detrás de ellos es todo.

En otra vida, podríamos ser nosotros.

No tengo que explicárselo, él lo sabe.

La vida es injusta. Nos robó a nuestros padres y nos empujó a estar juntos de una manera que no se supone que dos hermanos amen. Y no podemos tenerlo. Somos todo lo que nos queda y seguimos estando tan solos como se puede.

LEE ⛓️ HEEHOON []Donde viven las historias. Descúbrelo ahora