El Favorito Del Señor Min [SOPE].

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POV. Jung Hoseok.

Miré por la ventana de mi habitación las pequeñas gotas de lluvia cayendo hasta impactar con el pavimento.

Mi lobo está inquieto.

Nunca supe que era posible sentirse tan ansioso por alguien, el poder del vínculo me asombra, ¿Cómo es posible que lo extrañe sin tan solo lo ví hace un par de horas?

Me dijo que tendría una cena en casa de su padre.

Pero ... Me siento demasiado ansioso, ¿Por qué? ¿Qué es este sentimiento de enojo?

Mis sentimientos son un rompecabezas que debo armar.

Cerré la cortina y me dejé caer sobre mi cama, estiré mi brazo y agarré mi celular.

Dudoso.

Vi la hora y eran un poco más de las 10 de la noche, quizás ya esté en casa, quizás esté dormido y yo aquí pensando en llamarlo, ¿Y qué le diría? Es muy infantil llamarlo solo porque mi lobo se siente inquieto. Quisiera poder tener más control de mi mente, pero soy un caos cuando se trata de él. Tal vez es por la manera en que nuestra relación ha avanzado que me siento en el derecho de llamarlo.

«Soy su Omega después de todo. Tengo todo el derecho de llamarlo»

Marqué su número y me puse mis auriculares inalámbricos, nervioso, escuché el primer tono, (una bocanada de aire) segundos tono, (cerré mis ojos con fuerza) tercer tono...

«¡Por favor contesta!»

— ¿No deberías estar dormido a estas horas? —

Su voz autoritaria me hizo sonreír como un idiota.

— Yo... No tenía sueño. — lo escuchó exhalar. — Esta lloviendo muy fuerte.

— ¿Le tienes miedo a las tormentas?

— No. Pero me sentía inquieto y ...

Mis palabras quedaron atoradas en cuanto me habló.

— ¿Por qué no eres más sincero? — su voz ronca me hizo suspirar con rendición. — Dilo Hoseok, dilo fuerte y claro.

— No puedo dormir... — mordí mi labio inferior. — no puedo dormir si tú no estás aquí. — confesé.

Su silencio me hizo sentir en un limbo entre la vergüenza y el arrepentimiento.

— ¿Yoongi? — susurré bajo.

— 10 minutos. — aseguró. — En 10 minutos estaré allí.

Mi lobo se revolvió con emoción dentro de mí al escucharlo decir aquello.

Colgué la llamada y me levanté de golpe de la cama, salí a la sala y me quedé sentado en el sofá esperándolo pacientemente.

10 minutos después, Yoongi tocaba la puerta de mi departamento.

Su cabello estaba mojado a causa de la lluvia al igual que su saco.

Él se acercó y yo no pude evitar soltar un gruñido de molestia.

— ¿Por qué hay un aroma de otro Omega en tí? — crucé mis brazos.

— Es el aroma de mi madrastra, — me explicó con total tranquilidad.

Mi lobo está furioso y yo también.

No me importa que sea su madrastra, nadie puede impregnar su aroma a mi Alfa. ¡Nadie!

Ese pensamiento golpea ominosamente en mi cabeza. Y me sorprende la fuerza de mi convicción, me siento tan posesivo cuando se trata de él.