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Esto es ridículo.

Me repetía una y otra vez tratando de convencerme a mi mismo, me sentía como un chiquillo inmaduro, celoso y fastidiado.

Suspiré y miré la copa de champaña en mi mano, me sentía absorto por mis propios pensamientos, ignorando por completo la conversación que se estaba dando entre los Omegas de la sala. Jimin también parecía sentirse lejano, ¿A quién engañamos? Es obvio que nos sentimos incómodos aquí. Y es que después de que Seokjin nos trajera, la cumpleañera junto a un chico y dos chicas se unieron a "nuestra conversación".

— ¿Quieren salir de aquí?

Jeon nos preguntó en un susurro bajo.

Jimin y yo intercambiamos miradas.

— Si. — le respondió Jimin.

— Yuna, espero que no te moleste, pero quiero mostrarle el jardín trasero a Jimin y Hoseok. — se excusó para sacarnos de allí.

La Omega sonrió con amabilidad dando su consentimiento. No pude evitar ver las miradas de desdén que nos daban los otros invitados, Jimin lo notó y tomó mi brazo para seguir a Jeon.

— Gracias. Realmente no quería estar ahí. — le dice Jimin.

— Los comprendo, — expresa. — a mi tampoco me gusta estar rodeado de personas que solo se fijan en la marcas que vistes ó si engordaste. 

Mi silencio es absoluto. Jeon y Jimin mantenían una conversación amena entre ellos mientras yo miraba los lirios plantados.

Un roce sobre mi hombro me hizo despabilarme de mi mundo.

— Lo lamento, pero te estaba llamando y parecías no escuchar.

— Lo lamento, me distraje.

— Jimin fue al baño, dijo que volvería en un momento.

Asentí sin apartar la vista de los lirios.

— ¿Mi presencia te molesta?

Guardé silencio.

— Tus feromonas me gritan "largo" — continúo hablando — y creo que saber porqué tu actitud.

— ¿Ah si?

— Por los rumores. — acertó. — No tienes que dejarte llevar por esos comentarios malintencionados, si te sirve de algo, Yoongi es como un hermano mayor para mí, nunca he intentado nada más allá de eso.

No sé que debería responderle.

— Iré a ver si Jimin encontró el baño, ahora vuelvo.

Él se gira y camina adentrándose nuevamente a la casa, yo por otro lado me siento como un idiota.

Caminé por el jardín admirando lo hermoso que es, llegué hasta un pequeño banquillo y me senté dejando escapar un suspiro.

— Parece que no te estás divirtiendo.

Escuché el comentario de una voz grave que no reconocí.

— ¿Te importa si me siento?

Elevé mi vista para ver al joven Alfa frente a mí, es extraño, pero me resultaba algo familiar.

— No hay problema. — respondí.

— La noche es muy fría, deberías abrigarte.

— La verdad, ni siquiera siento el frío.

— Yo si, y mucho. Pero, es más divertido estar aquí que allá. — señala la casa — las fiestas de cumpleaños son diferentes cuando conoces otras culturas.

El Favorito Del Señor Min [SOPE]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora