Capitulo 12 ✞︎Dᴇsᴇᴏ ᴅᴇ Vᴇɴɢᴀɴᴢᴀ✞︎

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𝐋𝐈𝐀

Me encontraba ya en casa. En silencio, con mi vista en las sanguijuelas asquerosas, que están sentados en la mesa de mármol y madera larga en el comedor de mi casa... Las chef de la cocina sin omitir una palabra sirven la comida.

—¡Ash, maldita sea! —La hermana de mi padre le grita a mi chef personal, Mina. — Eres una inútil.

Mina se equivocó, pues sirvió del lado izquierdo, cosa que es insignificante.

—Mina, retírate —ordené con mis ojos en la mujer rubia teñida—. Va a ser la última vez que levantes la voz en mi casa, Eva.

—No dirás nada de esa cocinera de cuarta.

—Creo que deje en claro que no vuelvas a pisar la casa de mi madre.

—Esta casa también pertenece a mi hermano por lo tanto...

—Por lo tanto no son bienvenidos —declaró con indiferencia viéndolos con asco—. Esta será la última vez; vuelvo a verlos; atenganse a las consecuencias.

—Nos estás amenazando, Elia —Ziven golpea la mesa ladrando, provocando a mi abuelo, quien aparece en la sala. No duda en levantar su arma dorada y el cañón en la sien de Ziven; él lo mira con rabia. Maverik no deja de mirarlo, su mirada fría y calculadora; él no dudaría en apretar el gatillo si me pone un dedo encima.

Tanto Félix, Atlas, mi hermana y Erix, y también los guardias que estaban alrededor, todos los apuntan con sus armas directo a la cabeza dispuestos a matarlos.

—Siéntate —sonrío cuando Ziven obedece sin rechistar. La presencia de mi abuelo hace que tiemblen de miedo. Maverick es el maestro en esto. En su rostro no cabe más la mirada de antes, en cambio ahora tiene la mandíbula apretada, su ceño fruncido, viéndolo con ganas de matarlo. —Larguense y tú agradeces que tu hijo está vivo y coleando.

Se dirige a Eva; sus ojos destellan rabia y una falsa sonrisa. De malas y a arrastras lleva a su hijo con ella.

—¡Abuelo! —lexie no duda en correr a abrazarlo, que es correspondido con la misma emoción —te extrañamos mucho.

—Sí, también las extraño —Lexie besa su mejilla; me quedo a un lado viéndolos confundida. Miro a Erix. Su rostro es serio, examinándome de arriba abajo hasta que se topa con los míos sobre él. Con mis cejas elevadas, él niega con la cabeza, dejándome más confundida. —Tenemos que hablar cuanto antes mejor.

—De acuerdo, vamos al despacho —caminaba hacia la oficina que era de mi madre—. Erix espera afuera.

—Él se queda —dice mi abuelo. Erix me sonríe aprovechado, y los cuatro nos sentamos en el sofá alrededor de una pequeña mesa de vidrio negra. Trae con él un sobre negro sellado y me lo pasa. Leon regresó, lo averigüé y efectivamente es él.

- ¿Cómo mierda está vivo? — Cuestione severa—¿No que te avisas, encargado de él?

—Mande a uno de mis mejores hombres y no regreso; eso me hizo dudar.

—¿Entonces, dónde se encuentra ahora? —habló Lexie con el mismo tono mezclado con desespero.

—En la Costa Azul —se pone de pie evaluando las cosas alrededor, hasta que suspiró y nos volvió a ver de frente —tenemos que organizar todo para ir a cazarlo.

—¿Cómo se atreve a pisar territorio que no le corresponde? —espeté con rabia y mis ganas de matarlo; es bueno que esté vivo así puedo matarlo con mis propias manos... — ¿Algún aliado? Estoy segura de que hay uno, porque no tiene las pelotas para enfrentarnos por sí solo.

Mateo es nuestro enemigo, pequeño, pero León no es tan inteligente para saberlo.

—Imbécil, ese bastardo de mierda —maldije a Mateo, enemigo solo porque no soporta ser rechazado y humillado; eso lo hizo encabronar—. Dejemos que continúe escondido como la rata que es. Tengo una reunión en Berlín.

—Que sea rápido —sentenció mi abuelo con autoridad—. Tiene que ser antes de que se dé cuenta que ya lo tenemos.

— No te preocupes, será mañana por la mañana.

—Bien, Lexie reúne a todos los hombres en el campo de batalla.

—Lo haré.

—Erix Trae reúne a la Cosa Nostra y la Camorra —mira fijo a su hombre de confianza con el mentón alto— Dile que el Rey de Francia Maverick ha vuelto.

—A los ALÉM les ordenó que estén a mi disposición —ordené con la autoridad que emana mi apellido y el poder que tenemos los D'lacroix.

Nuestro apellido hace temblar toda América Latina y Europa occidental. Cuando algo no nos gusta se lo hacemos saber al mundo. En esta ocasión lo haremos silenciosamente.

Con ansias de verle la cara, mi rabia desespera mis ganas de vengarme.

La venganza se sirve en un plato frío. Eso es lo que hago.


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HI🖐🖐 espero que se encuentren bien❣

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NOS LEEMOS PRONTO¡¡

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐭𝐚 © ✔︎  Sᴀɢᴀ 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐓𝐎𝐒 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora