Capitulo 63 ✞︎Mᴀ́ɢɪᴄᴏ✞︎

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༒︎

Todos merecemos más que un recuerdo mágico en nuestra vida

𝐄𝐋𝐈𝐀

Cuatro meses, (siete de embarazo) después.

Luego de acabar con nuestros problemas incluyendo a Zenya que Slavik la mató sin pensarlo, también resolvimos las contradicciones de los demás jefes de la mafia que trabajan ahora con nosotros. Los Franceses, Latam, Rusia y Turquía que ahora forman parte de la organización del Boss de Eurasia. Desde la última reunión que tuvimos en China terminamos haciendo negocios de la mejor forma sin armar una guerra.

Desde hace tres meses Slavik trajo a casa a dos perros doberman un macho y una hembra porque él quiere que tengan crías para nuestros hijos. Hoy tengo cita para la ecografía y ver si todo está bien con mis bebés. Mi ruso está como loco porque los bebés han empezado a moverse con más frecuencia en especial cuando él llega de la empresa y se pone a contarles historias o solamente habla con ellos de cosas sin sentido.

Aparte de todo eso, Bianca y Lexie me están ayudando con los preparativos de mi boda. Todavía no decidí en qué país hacerlo o solo en Rusia.

— Te ves hermosa con mis hijos dentro de tu cuerpo pequeño — soba mi panza enorme, parezco una bola gigante — Después de ellos me encargare de dejar solo una semilla mi amor no te preocupes.

— No con ellos tres estoy muy feliz — confesé rápido — Pensé que no te gustaban los niños.

— No me gustan, pero los tuyos y los míos si — recuesto mi cabeza en su pecho desnudo, bostezando — Ellos son los únicos niños que me volverán locos, aunque todavía no los tengo en mis brazos y a los únicos que estoy dispuesto a consentir.

— Mmm — sus manos se van a mi rostro que acaricia con su dedo pulgar, levantó mi mentón y dejó un tierno beso — Que rico.

Él ladea su cabeza plasmando una sonrisa encantadora en su labios y se muerde su labio inferior. Rio a carcajadas cuando él se pone encima mío, dejando besos húmedos en mi cuello.

— Printsessa, arregla lo que provocaste — rosa sus labios con los míos que ansias el contacto de sus ricos besos — Despojate de la poca ropa que tienes, nena y consciente al que despertaste.

Acaba con mi martirio y estrelló sus labios en los míos, devorando con ansias mi boca.

Hora más tarde ( en la clínica)

Me ayuda a bajar de la camioneta Cadillac tomándome de una mano y la otra en la parte baja de mi espalda. Dos camionetas que nos acompañan estacionan y dos guardias de seguridad nos acompañan mientras que los otros esperan fuera de la clínica.

— ¿Crees que estarán bien? — pregunté con nervios de volver a escuchar los latidos de mis bebes.

— Claro que sí, amor. Son nuestros hijos, serán fuertes.

Nos adentramos al interior de la clínica. Las enfermeras nos ven y de inmediato nos indican que pasemos a la oficina de la doctora.

La doctora, una mujer de mediana edad con una sonrisa cálida, nos recibe.

— Buenos días, Elia y Slavik. ¿Listos para ver a los pequeños? — pregunta con una sonrisa.

— Sí, doctora. Estamos muy emocionados.

La doctora me indica que me recueste en la camilla y levante mi blusa. Aplica un gel frío sobre mi abdomen y comienza a mover el transductor.

— Aquí están sus trillizos. Este es el primero, aquí el segundo — indica en la pantalla donde se ven a los tres —y el tercero. Todos parecen estar creciendo bien.

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐁𝐞𝐧𝐝𝐢𝐭𝐚 © ✔︎  Sᴀɢᴀ 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐓𝐎𝐒 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora