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~Pablo~

A la mañana siguiente me desperté por el sonido de la alarma, teníamos reunión aunque ganas de ir no tenía. Por la noche le había escrito a Fermín para saber si el podía pasar a recogerme, y como siempre el accedió.

Ya una vez dentro de su auto nos dirigimos hacia la cuidad deportiva, aunque por culpa de algún dormilón íbamos algo justos. Agradecía que por la mañana mi compañero no era muy parlanchín e íbamos en completo silencio, aproveché para sacar mi teléfono y comprobar si tenía alguna respuesta por parte del canario, pero mi ilusión bajó rápidamente al ver mi bandeja de entrada completamente vacía.

Cuando llegamos entramos encontrándonos a algunos compañeros por el pasillo, saludamos y entramos en la sala. Mi mirada pasó por toda la estancia hasta posarse en aquella parejita que parecían divertirse viendo algo en el teléfono.

Por mi mente pasaron mil escenarios, quizás solo estaban viendo algo que les resultaba gracioso, o estaban leyendo algún artículo que no tuviera pies ni cabeza, o conociéndolos quizás solo estaban viendo un tiburón comiéndose un plátano, no era la primera vez que los veía viendo algo así. Pero mi mente era muy traicionera y solo se quedó con una opción, seguramente estaban riéndose de la canción que le había mandado por la noche a Pedro.

¿Cómo fue qué llegué a esa conclusión? Ni yo lo sé, pero esa idea no se me iba de la cabeza y menos se me iba a ir cuando Ferran levantó la mirada y al verme se rió con más ganas.

Que ridículo me sentía en esos momentos.

~Pedri~

Al abrir los ojos lo primero que me fijé fue en la hora.

-Nononono. -Dije levantándome de golpe y corriendo al baño.

Se me olvidaba que hoy por la mañana teníamos una reunión del club para empezar a cuadrar todos los partidos que se nos venían en la temporada.

Rápidamente me di una ducha y me puse lo primero que pillé en el armario, cogí el teléfono y las llaves del coche para después salir corriendo hasta el garaje. Menos mal que no habían policías en el trayecto de mi casa a la ciudad deportiva, porque de seguro me llevaba una multa por la alta velocidad a la que iba.

Al llegar pude respirar tranquilo al ver que todavía no estaban todos, miré por toda la sala y pude ver a Ferran ya sentado.

-Hola Tiburón. -Dije dándole una pequeña colleja y sentándome a su lado.

-Joder Platanito, la mano cada vez te pesa más. -Dijo mientras se sobaba la nuca pero aún así me miraba con una sonrisa. -¿Al final como te está llendo el plan?

-Pues no sé, anoche no me respondió, ni siquiera unos míseros interrogantes. -Dije intentando no parecer disgustado.

-¿Has mirado el móvil?

La verdad es que desde que anoche me dejé dormir no lo volví a mirar, lo saqué de mi bolsillo y miré la pantalla pero está no prendía, ahí caí en cuenta que anoche no lo cargué.

-No tiene batería, después lo miro. -Dije riéndome mientras le enseñaba la pantalla en negro a mí amigo.

-Ey, ahí está tu novio, pero no lo mires ahora que nos está mirando. -Dijo Ferran aún riendo para disimular.

-Seguro piensa que soy un idiota por andarle mandando canciones tristes. -Dije volviendo mi vista a la pantalla en negro.

Ferran se rió aún más.

💙❤️

En Cada Canción ~GadriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora