Habían pasado dos semanas, por fin Pedro volvía a pisar aquel césped que tantas veces le dio vida. En esas dos ultimas semanas había intentado estar bien, no dejaba que nada le afectase, eso pensó hasta que vió al ojeroso niño que le dedicó una leve sonrisa.
Se notaba que Pablo había perdido algo de peso, y su cara cansada con ojeras reflejaba lo mucho que había sufrido estos últimos días. Fermín y Ferran eran consciente del estado que el sevillano tenía, Fermín trataba de ayudarlo en todo lo que podía.
-Él ya está aquí, ya sabes lo que tienes que hacer. -Susurro Fer en el oído al más pequeño.
Gavi era consiente de que recuperar lo que había perdido dos veces no iba a ser fácil, pero estaba dispuesto a hacer todo lo que estaba en su mano.
El entreno fue pesado para los dos, ahora los papeles estaban invertidos, Pablo era quien no le quitaba la mirada a Pedri y este simplemente lo ignoraba. Cuando finalmente terminó Pedri salió casi corriendo a los vestuarios, el fue el único en no ducharse, se cambió y se fue.
Fermín y Ferran a pesar de tener las taquillas cada uno en una esquina del vestuario, se tiraron una mirada cómplice y en menos de lo que canta un gallo ya estaban rodeando a Gavi.
-¿Qué canción le vas a dedicar? -Preguntaron a la vez mientras sonreían de forma malévola.
-Ya sabréis. -Fue lo único que respondió.
Una vez en la tranquilidad de su casa decidió mandar aquel mensaje que llevaba días planificando.
Pablo Martín:
▶️Le pediré a la luna -Los Rebujitos.
21:21💙❤️