¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"The king of climbing"
LA MAÑANA LLEGÓ CON UN aire de expectativa y nerviosismo. El sol se filtraba a través de las ventanas del castillo de Auradon, proyectando suaves haces de luz sobre las habitaciones de los estudiantes. Aquel día no habría clases, así que podían hacer lo que quisieran. En otras palabras, podían dormir sin levantarse tan temprano. Al menos, eso era lo que creían.
En el cuarto de Carlos y Jay, los ronquidos resonaban, una sinfonía de cansancio y descanso. Los dos chicos estaban profundamente dormidos, disfrutando del raro lujo de una mañana sin obligaciones. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando el sonido de la puerta se hizo presente, un golpeteo firme que cortó el silencio con insistencia.
Carlos fue el primero en despertarse, entrecerrando los ojos adormilados mientras trataba de orientarse en la penumbra de la habitación. Jay, por su parte, seguía profundamente dormido, ignorando por completo el ruido.
—¿Quién... quién es? —murmuró Carlos, su voz aún cargada de sueño.
La puerta se abrió lentamente, revelando la figura de Mal en el umbral—¿Aún no sé han levantado?—
—¡Arriba, dormilones! —la voz enérgica de Rouge resonó en la habitación, llena de determinación y urgencia.
Carlos abrió los ojos lentamente, parpadeando para ajustarse a la luz que entraba por la puerta abierta. —¿Qué hora es? —preguntó con la voz ronca de sueño
—Hora de despertar —respondió Mal con una sonrisa traviesa—Tenemos algo que hacer hoy, no hay tiempo para dormir hasta tarde—
Jay se incorporó, frotándose los ojos. —¿No dijiste que no había clases hoy? —preguntó, tratando de entender por qué estaban siendo despertados tan temprano.
—Ben nos invitó a una pequeña fiesta en el jardín de su casa. Será algo casual, pero me gustaría que estemos listos. No hay tiempo para dormir hasta tarde—explicó Mal
—parece que a alguien si le importa Ben Después de todo—sonrio Evie
—ho basta Evie—rio la de cabello morado
Carlos se levantó, lanzando una mirada resignada a Jay —Bueno, supongo que no podemos discutir con eso —dijo, estirándose un poco,tomo algo de ropa y seguido de eso mirar a las chicas fijamente,Jay las miro de la misma manera antes de comenzar a vestirse
Rouge, percibiendo la intensidad en la mirada de Carlos, no pudo evitar preguntarle— ¿Qué pasa, Carlos? —preguntó con curiosidad, mientras ajustaba su cabello
Carlos, algo sonrojado y nervioso, se aclaró la garganta— Mmm... ¿les importaría? —dijo, agitando su ropa con un gesto indeciso.
Evie arqueó una ceja— ¿Qué? —preguntó, sin entender del todo la solicitud.
