"he is really important to me"
EL SILENCIO ENVOLVÍA LOS pasillos del castillo mientras Carlos caminaba lentamente, asegurándose de que cada paso fuera imperceptible. La penumbra del amanecer hacía que las sombras de las estatuas y los arcos se alargaran, dándole un aire misterioso a cada rincón. Carlos miró a su alrededor, asegurándose de que no había ni una sola alma despierta a esa hora. No quería ser visto, especialmente no hoy.
Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, Carlos se desplazó con agilidad por los pasillos, buscando evitar cualquier encuentro inesperado. Su objetivo estaba claro: llegar a un lugar donde estuviera seguro sin levantar sospechas. Pero justo cuando pensó que tenía el camino despejado, el inconfundible brillo del cabello azul de Evie apareció a lo lejos.
Carlos se detuvo en seco, sintiendo un repentino escalofrío de nerviosismo recorrer su espalda. Rápidamente, se giró y se escondió detrás de un muro, apenas dejando su cabeza asomada para observar a Evie desde las sombras. Ella caminaba con su habitual gracia, sin sospechar que Carlos estaba tan cerca.
El chico suspiró aliviado al ver que Evie continuaba su camino sin darse cuenta de su presencia. Aún con el corazón acelerado, Carlos esperó unos segundos más antes de continuar su marcha. Su fiel compañero, el pequeño Chico, seguía a su lado, observándolo con sus brillantes ojos llenos de lealtad. El peliblanco acarició la cabeza del animal con una sonrisa, sabiendo que, al menos, no estaba solo en su pequeña misión secreta.
Finalmente, cuando estuvo seguro de que Evie había desaparecido de vista, Carlos reanudó su marcha, esta vez con un poco más de confianza. Se dirigió hacia una de las salas ocultas del castillo, un lugar que él y sus amigos habían descubierto hacía tiempo, y que hoy sería el escenario perfecto para lo que tenía planeado.
Sin embargo cuando siguió caminando se topó con unas voces familiares—¿Crees que esté listo? —la voz familiar de Mal resonó en el pasillo, seguida de la respuesta de Jay.
—Sí, seguro que Carlos está emocionado —dijo Jay con una risa suave.
Carlos dejó escapar un suspiro de alivio al reconocer a sus amigos. Decidió salir de su escondite justo cuando Mal y Jay entraban en el pasillo, ambos cargados con cajas y bolsas que claramente contenían más decoraciones y, tal vez, algunas sorpresas adicionales.
—¡Carlos! —exclamó Mal al verlo—¿Qué haces aquí tan temprano?—
Carlos se encogió de hombros con una sonrisa traviesa— No podía quedarme en la cama sabiendo que estaban planeando algo para mí—
Jay rió, dejando las cajas sobre la mesa—Sabíamos que no podríamos sorprenderte por completo, pero igual queremos que disfrutes de tu día—
—Y lo haré —aseguró Carlos, sus ojos brillando de gratitud mientras observaba cómo sus amigos trabajaban en los últimos detalles.
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~♡ROUGE LOVE♡~
FanficDos chicos de la isla de los perdidos son los únicos que pueden entenderse