¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"the truth sometimes hurts"
EL PASILLO, QUE HACÍA UNOS momentos parecía interminable, se desvaneció a su alrededor mientras su cuerpo se desplomaba. Fue en ese instante cuando Carlos, que venía caminando rápidamente en su dirección, la vio tambalearse y caer. En un acto reflejo, corrió hacia ella y la atrapó en el último segundo, justo antes de que su cuerpo tocara el suelo.
—¡Rouge!—exclamó, su voz llena de pánico al ver el estado en que se encontraba.
Rouge apenas podía escucharle, su consciencia se desvanecía rápidamente. Carlos la sostuvo firmemente en sus brazos, notando lo pálida que estaba, cómo su respiración era errática y su piel estaba fría al tacto.
—¡Rouge, despierta!—insistió Carlos, con la voz quebrada por la preocupación, mientras la sacudía suavemente, intentando que recuperara el sentido.
Los estudiantes a su alrededor se apartaban, sorprendidos al ver la escena, pero Carlos no prestó atención a nada más que a la chica que llevaba en sus brazos. Su único objetivo era asegurarse de que Rouge estuviera a salvo.
Rouge despertó lentamente, sus párpados pesados y una leve punzada en su cabeza que la hizo fruncir el ceño. Por un momento, se sintió desorientada, sin recordar exactamente cómo había llegado hasta allí. Miró a su alrededor y reconoció el suave edredón sobre ella y las cortinas familiares de su habitación. Estaba en su cama, a salvo, aunque con un persistente dolor de cabeza.
Giró su cabeza lentamente y, al hacerlo, sus ojos se posaron en una escena que la sorprendió. Carlos estaba sentado en la cama de Evie, con el rostro concentrado mientras movía una ficha en un tablero de juego. Evie, sentada frente a él, le sonreía, claramente disfrutando del juego. La habitación estaba tranquila, casi relajada, a pesar de lo agitado que había sido el día.
Cuando Rouge se movió un poco más, el sonido leve hizo que Carlos levantara la vista. Al ver que Rouge estaba despierta, su rostro se iluminó de inmediato con una mezcla de alivio y preocupación.
—¡Rouge!—exclamó, dejando el juego de lado y acercándose a ella rápidamente— ¿Cómo te sientes? Nos tenías muy preocupados—
Evie también se levantó, acercándose con una expresión de alivio en su rostro—Sí, Rouge, nos asustaste mucho—dijo con suavidad—Estás bien ahora, pero no deberías haberte esforzado tanto—
Rouge intentó incorporarse, apoyándose en los almohadones mientras la cabeza le daba una pequeña punzada más fuerte—Estoy bien—respondió en voz baja, aunque todavía se sentía un poco mareada—Solo me duele un poco la cabeza, pero...—Miró a Carlos, sintiendo una mezcla de vergüenza y gratitud—¿que ocurrió?—
Carlos apretó suavemente la mano de Rouge, su expresión se suavizó, aunque aún reflejaba preocupación—Te desmayaste en los pasillos—explicó con voz tranquila, pero con un matiz de preocupación—. Por suerte, estaba cerca y pude atraparte antes de que cayeras. Te traje de vuelta aquí con Evie, y hemos estado esperando a que despertaras—
