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"How To Fix It?"
CARLOS CAMINABA POR EL PASILLO con pasos lentos y pesados, frotándose las manos de manera casi compulsiva. Un frío inusual recorría su espalda, como si la culpa misma se hubiese colado bajo su piel. No podía dejar de pensar en la última mirada de Rouge, ese dolor tan palpable en sus ojos cuando le dio la espalda y se marchó. La escena se repetía en su mente como una pesadilla de la que no podía despertar.
¿Cómo fui tan estúpido?, se preguntaba una y otra vez, cada vez más molesto consigo mismo. Quiso disculparse en ese mismo instante, detenerla antes de que se alejara, pero su orgullo y confusión lo habían paralizado. Ahora, dias después, sentía que el peso de sus palabras equivocadas crecía y se expandía, como una grieta que amenazaba con separarlos para siempre.
Carlos se detuvo un momento y apoyó una mano en la pared, respirando profundamente, tratando de calmar su mente. Pero no funcionaba. La distancia entre ellos se había vuelto insoportable. Sabía que Rouge podía ser testaruda y que, cuando se enojaba, era difícil hacerla cambiar de opinión. Y esta vez, no se trataba solo de un malentendido. Él había tocado un tema que sabía que le dolía, algo que ella nunca le había perdonado completamente: su padre.
Tenía que haberlo sabido, pensó con amargura. Desde el primer día que supo que Hook era el padre de Rouge, debería haber sido más comprensivo, más cuidadoso. Pero, en el calor del momento, las palabras se le escaparon como dagas afiladas, directas a su corazón.
"¡Tú también me gustas mucho!" había gritado en un intento desesperado de retenerla. Pero ya era tarde. Sus palabras de disculpa se habían ahogado entre el eco de la pelea.
—No puedo seguir así... —murmuró para sí mismo, sintiendo cómo su pecho se comprimía con la idea de perderla definitivamente. No soportaba la idea de que la distancia entre ellos se volviera permanente, que Rouge pudiera apartarse de su vida. No cuando finalmente sabía que sus sentimientos por ella no eran solo de amistad.
Mal se le acercó en silencio mientras él seguía perdido en sus pensamientos—Tienes que hablar con ella —dijo, interrumpiendo su monólogo interno. Carlos levantó la vista y vio la preocupación en los ojos de su amiga.
—Lo sé, pero... ¿qué le digo? —respondió con frustración, pasando una mano por su cabello.
Mal suspiró, cruzándose de brazos—No lo sé, Carlos—
Carlos tragó en seco al escuchar esas palabras. La idea de perder a Rouge de esa manera, sin siquiera intentar corregir su error, era simplemente insoportable.
Carlos asintió, aunque el nudo en su garganta seguía ahí, apretando con fuerza. Sabía que Mal tenía razón, como siempre. Pero encontrar las palabras era lo más difícil. No podía simplemente acercarse a Rouge y decir "lo siento". Sabía que esa disculpa, aunque sincera, no sería suficiente. No después de lo que había dicho, no después de haber tocado la parte más vulnerable de ella.
