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"Is she brave?"
LOS CINCO CHICOS AVANZABAN rápidamente por los elegantes y brillantes pasillos de Auradon, sus pasos resonando con un eco nervioso en el silencio del lugar. Podría decirse que caminaban, pero en realidad sus movimientos eran más apresurados, casi como una carrera disimulada. No era simplemente una caminata rápida; estaban huyendo. Huyendo de lo que, para otros, podría ser un sueño hecho realidad: un grupo de nuevas y fervientes fans que los seguían con una devoción casi abrumadora.
Cada esquina doblada con rapidez los hacía contener la respiración, esperando no encontrarse con otro grupo de admiradoras esperando con ojos brillantes y sonrisas emocionadas. La sensación de estar siendo perseguidos les aceleraba el pulso, haciendo que intercambiaran miradas cómplices de nerviosismo y diversión. Aunque no querían admitirlo, había algo casi emocionante en esa huida improvisada, una mezcla de adrenalina y la incomodidad de no saber cómo manejar tanta atención repentina.
—Son muchas personas —habló Ethan, su voz entrecortada por la rapidez con la que avanzaban, pero también cargada de sorpresa.
—Más de las que me imaginé —respondió Ares, sin dejar de mirar hacia atrás para asegurarse de que no las tuvieran pisándoles los talones.
—Nunca pensé que tener fans podría ser tan… agotador —dijo Tammy, sacudiendo la cabeza con incredulidad.
Ethan se dejó caer en una silla cercana, todavía sintiendo la adrenalina correr por sus venas—A este paso tendremos que venir disfrazados —bromeó, mientras trataba de recuperar el aliento.
Los demás soltaron una risa nerviosa, sabiendo que, aunque lo decía en tono de broma, la idea no parecía tan descabellada en ese momento. La intensidad de la persecución que acababan de vivir les hacía reconsiderar cómo enfrentarse a esa nueva y repentina popularidad.
—¿Te imaginas? —respondió nuevamente Ares, sonriendo mientras se apoyaba en la pared—Podríamos entrar al aula como si fuéramos parte del personal de limpieza o algo así.
—O con unas capas al estilo de los cuentos —añadió Tammy, imitando el gesto de cubrirse con una capa imaginaria—. Nadie sabría que somos nosotros hasta que sea demasiado tarde—
—Creo que subestimamos lo rápido que todo esto podría escalar —dijo Ethan, mirando a sus amigos—. ¿Quién iba a pensar que un simple día en Auradon se convertiría en esto?—
—Y pensar que eché a perder nuestra primera presentación —soltó Rouge, con un suspiro de frustración.
Todos se volvieron hacia ella, notando la preocupación en su voz. A pesar de las sonrisas y las bromas, estaba claro que Rouge se sentía responsable de lo que había sucedido.
—Oye, ya te e dicho como un millón de veces que no fue tu culpa —dijo el rubio, acercándose a ella con una sonrisa comprensiva— Todos estábamos nerviosos—
