Algo me llama

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Capítulo 13

Ya era de noche, Carlos se encontraba solo sentado en su habitación. Sentado en la oscuridad, pensaba una y otra vez todo lo que le pasaba. Todas esas palabras resonaban en su mente, creando una mezcla de rabia y desesperación.

—¿Por qué no puedo ser más fuerte? -decía Carlos así mismo- ¿Por qué siempre soy yo el que se queda atrás?

A medida que la noche avanzaba, su tristeza se volvió un deseo ardiente de demostrar que era util, de hacerles pagar a todos los que lo habían menospreciado.

Mientras Carlos estaba sumido en sus pensamientos, miró por la ventana y observó la Luna llena. Había algo diferente en ese noche. Sentía que la Luna repetía su nombre con una voz angelical. Confundido, se acercó más a la ventana. Siguió escuchando su nombre, y pronto se dio cuenta que lo que le llamaba no era Luna. Era un ser con una cabeza que aparentaba ser la Luna y un cuerpo delgado y oscuro como la noche, camuflandose en la oscuridad. Carlos parpadeó, intentando enfocar su vista, y la criatura se dirigió donde él.

La figura entró como si nada a su habitación, revelando su verdadera forma. Era Arthur, el Anticristo. Carlos retrocedió con mucho miedo.

—¡¿Q-quién eres?! -tartamudeo Carlos.

—No tienes de que preocuparte, Carlos -respondió él con una gran sonrisa macabra- He venido para invitarte a unirme a mi equipo.

—E-esto no puede estar pasando -repetía Carlos varias veces en su mente.

—¿Qué no puede estar pasando? -respondió Arthur metido en su mente.

Carlos solo se cubrió los ojos y empezó a llorar en el suelo.

—Puedo ofrecerte lo que quieras -dijo Arthur- Siempre y cuando vengas conmigo.

Carlos dejó de llorar y se puso a pensar en lo que dijo Arthur.

—Iré contigo -respondió mientras limpiaba sus lágrimas- Quiero que me dé el suficiente poder para dominar una técnica, un nuevo y mejor poder y una actitud psicópata y sin sentimientos.

—¡Tenemos un trato!

Arthur lo tocó en el cuello y Carlos sintió un gran cambio dentro de él. Todos esos cambios que él pidió se cumplieron en segundos. Carlos cerró sus ojos por un momento, y cuando los volvió a abrir, se volvieron de un color amarillo brillante.

—Tengo fé en ti, Carlos, acabaras con aquellos que te hicieron sufrir

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—Tengo fé en ti, Carlos, acabaras con aquellos que te hicieron sufrir.

Luego de unos días...

Marilyn, Akumy y Camila estaban reunidas en una casa, disfrutando de una pijamada. Marilyn tuvo la idea de que todas se vistieran de manera similar: cada una llevaba una casaca negra, pero con diseños diferentes. La casaca de Camila era completamente negra, la de Akumy mostraba una cara feliz, y la de Marilyn tenía tres rayas en colores negro, gris y blanco. El grupito se encontraba jugando bingo de lo más normal. En ese momento, Marilyn decide contar algo:

—Nunca les conté, chicas, pero desde hace un tiempo no dejo de soñar que alguien me llama.

—Dejemos por un momento el juego y cuéntanos todo con detalle -dijo Camila.

—Sí, cuéntanos todo -agregó Akumy.

—Desde él día de la feria empecé a escuchar la voz de un chico que me llamaba. Ayer soñe que él me decía lgo sobre investigar en la escuela o algo así. La verdad es que no entendía con exactitud -dijo Marilyn.

—¡Tengo una idea! -dijo Akumy- Hay que dormir todas juntas agarradas de la mano, y así posiblemente soñemos lo mismo o algo así.

—Eso solo pasa en las películas, Akumy -respondió Camila.

—No perdemos nada intentando.

—Esta bien, pero no creo que funcione. Solo se que tendremos un dolor de espalda luego.

En ese momento, las tres se acuestan en el suelo y tratan de dormir mientras se agarran de las manos. Luego de unos minutos, todas se quedan dormidas.
Todo estaba oscuro, parecían estar en el espacio.

—¡Yo sabía que funcionaria! -dijo Akumy emocionada.

—Lo veo y no lo creo -respondió Camila- ¿Qué hacemos ahora?

—En fin ¿Dónde estamos? -preguntó Akumy.

—Ni idea, esto es un sueño, pero se ve tan real.

En ese momento, al voltearse, notaron la presencia de un gran ser espiritual. Era un ser que tenía seis alas. Dos de sus alas cubren su rostro. Otras dos cubren sus pies. Las últimas dos alas están extendidas, elevándolo con un movimiento elegante y sereno.

—¡¿Quién se supone que es él, Marilyn?! -preguntaron Akumy y Camila confundidas.

—¡Creo que es la voz angelical que me hablaba siempre, pero nunca había visto su forma física! -respondió Marilyn- ¿Quién eres? ¿Y qué es lo qué quieres?

—No tengan miedo, chicas, yo no soy malo -respondió ese gran ser mientras flotaba de una manera elegante y serena- Fui enviado por Dios.

—¿E-entonces eres un Ángel o algo así? -preguntó Akumy.

—Sí, yo soy un Ángel Serafín, fuí enviado por Dios como un propósito -respondió él- Ahora mismo no puedo presentarme ni decirles todo por el poco tiempo que tengo. Sin embargo, les voy a dar un mensaje importante. Ustedes y sus amigos tienen un gran propósito y deben estar preparados para lo que viene.

Las tres chicas guardaron silencio y escucharon atentamente al Ángel Serafín. Su presencia causaba tranquilidad y serenidad.

—Cada uno de ustedes representa algo muy importante. Ustedes deben...

En ese momento, el Ángel Serafín se percata de algo que estaba pasando en el exterior. Su rostro cambia por uno más alertado.

—¡RÁPIDO, DESPIERTEN! ¡ÉL YA ENVIÓ A ALGUIEN!

Las tres chicas se asustaron y no entendían que estaba pasando. El Ángel Serafín desapareció, pero seguían escuchando su voz.

—¡DESPIERTEN AHORA, NO DEJEN QUE ÉL LOGRE SU OBJETIVO! -decía mientras la habitación empezaba a brillar cada vez más.

En ese instante, todas se levantaron de golpes y gritaron muy alto. Todas miran a su alrededor, pero no había nada extraño. Nadie sabia que fue eso y porque les estaba pasando esto. De pronto, alguien toca la puerta.

—Verga, creo que es mi mamá -susurró Camila- Ella debe pensar que estamos dormidas y ya es muy tarde.

—Ya fue, nos van a castigar por desvelarnos -respondió Marilyn.

—Mejor guarden silencio y duerman para que crea que fue una vecina o no se -sugirió Akumy.

La puerta se abrió lentamente, y vieron como una criatura con un ligero parecido a Carlos entraba a la habitación. Este tenía unos ojos que brillaban de un hermoso color amarillo que iluminaba una pequeña parte de su rostro. Cuando lo vieron, las chicas se quedaron procesando que era esa cosa y porque tenía tanto poder.

Fin.

Escuela De Héroes Peruanos:Valle SagradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora