Especial de Halloween: Anyelo, el payasito bailarín

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Parte 2

Era un día lluvioso en las calles de Perú, las calles estaban llenas de charcos y se encontraban vacías. Akumy se dirigía a casa de Camila, para hacer una pijamada junto con ella y Marilyn.

—Parece que el clima va a empeorar, mejor iré en moto a su casa. Si tuviese poderes, los usaría para llegar más rápido a su casa.

En ese momento una notificación le llega a Akumy y está saca su teléfono para revisar. Sin embargo, a ella se le resbala y se le cae a una alcantarilla.

—¡Coño, una tratando de ser positiva y me pasa esto! -dijo Akumy muy molesta.

Ella se asoma a la alcantarilla para ver si podía encontrar su teléfono. En ese momento, aparece un payaso con aspecto poco confiable dentro de las alcantarillas. Esto asustó a Akumy e hizo que grite.

—Hola, Akumy -saludó el payaso.

—Ah, solo es un indigente -respondió Akumy- Hola, ¿no ha visto por ahí un celular? Lo necesito para ponerme en contacto con mis amigos (¡Apresúrate, coño, tengo que ver que era esa notificación!).

—Debes tener muchos amigos.

—No del todo, prefiero juntarme con mis dos mejores amigas. En fin, ya deme mi celular, tengo que hablar con mis amigas, deben estar molestas por no responderles.

—Apuesto a que las puedo animar, les voy a regalar dos globos.

—No deseo, gracias, no acepto regalos a extraños -respondió Akumy esperando su celular.

—En ese caso, yo soy Anyelo, el payasito bailarín.

—¿Enserio? Que divertido suena eso (Voy a llamar a urgencias para que se lleven a este drogadicto. En fin, maldito país de mierda). Hagamos algo sencillo, usted me devuelve mi celular y todos seguimos con nuestras vidas.

—La tormenta me arrastró hasta aquí.

—¿Enserio? Es una lástima (¡Carajo, que mierda quieres para que me des mi celular!).

—¿Hueles el circo, Akumy? Hay dulces, hotdogs, y...

—¡Turrón! -dijo Akumy muy emocionada.

—... Palomitas

—Ah, eso, pero se dice cancha.

Luego de eso el payaso Anyelo trató de hacer reír a Akumy haciendo chistes con las palomitas. Ella fingió que le dio risa, y luego de eso le miró seriamente y dijo:

—Oye, ya me estás llegando con tus tonterias, acabaste acá por ser un drogadicto de mierda. Mejor me voy de aquí, no quiero acabar como tú.

Al escuchar esto, Anyelo se destrozó por dentro. Randy y Dyland quienes podían ver y escuchar todo desde fuera empezaron a reírse.

—¡Espera! ¿Te irás sin tu teléfono?

—¡Entonces damelo y deja de joder!

Akumy mete su mano a la alcantarilla y le arrebata el teléfono a Anyelo como si nada.

—¡Hasta nunca, pobre drogadicto!

Escuela De Héroes Peruanos:Valle SagradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora