Susúrrame al oído

26. He cambiado de opinión.

Kai me llevó a la pizzería más cercana a la universidad. Y descubrí su amor por la pizza pepperoni.

-- Voy al baño. – dije, cuando terminé de comer. Llevábamos un ratito charlando de todo un poco.

Salí de hacer pipí y cuando me estaba secando las manos, mi bolsillo comenzó a vibrar. Me estaban llamando.

-- ¡Shanon!. – respondí súper contenta de escuchar a mi amiga al otro lado del teléfono.

-- Juli, te echo de menos. ¿Cuándo llegas a Destin?.

-- Voy el día de Acción de Gracias.

-- ¿Pero te vas y vuelves el mismo día?.

-- No, supongo que dormiré allí, pero al día siguiente vuelvo a la uni.

-- Bueno, suficiente para vernos. Tengo tantas ganas de verte, tantas ganas de ponernos al día...

-- Y yo tengo tantas cosas que contarte amiga... -- dije, resoplando.

-- Mmm... ¿a que adivino una?.

-- A ver. – me apoyé de espaldas, en el lavabo.

-- Lo has dejado con Milo.

-- Exacto.

-- ¿No has leído el grupo Juli?.

-- ¿Qué grupo?... – pregunté, confusa.

-- El grupo que tenemos del insti, todos.

-- No. Es que estoy hoy con las pruebas de capitana, la verdad que no he tenido tiempo de mirar absolutamente nada. – me pasé la mano por la cara, asqueada.

-- Ahora retomamos lo que acabas de decir. – sonó emocionada. – Pues Milo, lee lo que ha puesto anda.

-- Vale, espera, no cuelgues. – me separé el móvil de la oreja, y me metí en el chat. Este tío era un inmaduro. Había escrito esta mañana para poner 'Hola chicos, acabo de llegar a Destin, y más soltero que nunca. ¿Nos vemos?, tengo muchas ganas de desconectar de niñatas que no me merecen.'. -- ¡Pero cómo es tan imbécil este chico!, por el amor de Dios...

-- Estoy alucinando con que Milo y tú lo hayáis dejado de verdad. Siempre fuisteis la pareja perfecta.

-- Milo me ha puesto los cuernos Shanon. Ha estado enrollándose con otra, engañándome el muy hijo de puta.

-- ¿En serio?...

-- Y tan en serio. Va de víctima, pero es un cabrón. – soné enfadada pero me había cabreado bastante lo que había puesto por el grupo. – Además, hay que ser imbécil para escribir eso sabiendo que yo también estoy en ese grupo.

-- Claramente lo ha enviado a propósito.

-- Pues es lamentable... Te tengo que dejar Shanon, me tengo que ir.

-- Oye, oye, pero entonces, ¿ya eres capitana?.

-- Aún no, tengo ahora la prueba final.

-- Luego te escribo entonces. Te desearía suerte, pero no la necesitas.

-- Te quiero Shanon, y te echo mucho de menos.

-- Nos vemos pronto amiga.

Hablar con mi amiga de siempre me hacía recordar todos estos años anteriores, lo feliz que había sido, y lo que había cambiado mi vida. Eso sí, si la universidad había servido para darme cuenta de cómo era Milo, muchas gracias Universidad Estatal de Florida.

-- Es tarde, será mejor que te lleve ya al gimnasio. – dijo Kai, en cuanto salí del baño.

-- Me había llamado una amiga de Destin.