'Estoy agotada... Me ducho rápido y salgo.'
Le escribí a Milo ese mensaje de camino al vestuario. Había sido un día bastante largo. Clases aburridas, entrenamiento agotador, y algún pensamiento que otro, pero nada relevante. La verdad que no había tenido mucho tiempo para pararme a pensar en todo lo que me atormentaba. Mi novio. Parks. Lo que pasó ayer con Bella...
Kayley salió pitando porque su madre la esperaba fuera con el coche, ese día se ducharía en casa. Compartir vestuario con Giorgia y su anguila favorita ya me daba exactamente igual. Con el resto de chicas me llevaba bastante bien, eran todas muy simpáticas, y Giorgia no tenía ningún poder sobre ninguna, cosa que me gustaba bastante. Ella se pensaba que su vida iba a ser como en el instituto, e iba a llegar aquí y ser la reina. Así que su frustración crecía por momentos al no poder controlar absolutamente nada. Giorgia no era su hermana. Y todos lo sabían.
Me duché a toda prisa, y mientras me subía los vaqueros, mi móvil vibró.
'Al final no podemos vernos hoy. Tengo que terminar el trabajo. Mañana hablamos bebé. Te quiero.'
Me mordí el labio con rabia. Había sido él el que me había propuesto esta mañana, en el ascensor, este maldito plan. Quedar a la salida del entrenamiento, cenar juntos y ver una película. ¿Y ahora me dejaba tirada?... De puta madre.
Tiré el móvil dentro de la mochila, con rabia. Si quería volver a ganarse mi confianza, desde luego esta no era la forma. Además, ¿otra vez iba a verse con esa chica?...
Me dejé el pelo al aire, no me lo sequé, me quería ir de allí cuanto antes. Estaba bastante cabreada y no quería pagarlo con ninguna compañera. Agarré mi bolsa y salí a toda prisa.
-- De puta madre, está lloviendo. – lo dije en alto. Salí al exterior y no solo había anochecido, sino que estaba empezando a llover y había tormenta eléctrica. Y yo con el pelo mojado, y sin abrigo.
No cogí abrigo, ni paraguas, porque el plan era volver a casa en coche. Sabía que estábamos en alerta naranja por tormenta, y a Milo le había dado exactamente igual cómo volvería yo a la resi. Me molestó bastante.
Me abracé fuerte a mi misma, para entrar en calor. Hacía bastante frío y comenzaba a empaparme la ropa. No saqué mis auriculares, de hecho temía por su vida. Llevaba todo en la bolsa, y esperaba que no se empapara hasta tal punto de que se me destrozaran apuntes, libros, y todo lo que llevaba dentro.
Andaba rapidito, quería llegar lo antes posible. Pero cada vez llovía más. Los truenos me asustaban un poco, y cada vez me abrazaba más fuerte. Los coches pasaban por mi lado, y me tenía que ir separando para que no me salpicaran.
La resi no estaba lejos, pero hoy la veía más lejana que nunca. Os prometo que llegó un momento en el que quería llorar. Tenía frío, iba empapada, mi novio me había dejado tirada... Pero un coche se paró de golpe a mi derecha y bajó la ventanilla. Al principio no sabía de quién se trataba, tenía los cristales tintados. Era un Jeep, negro. Enorme.
-- Sube Baker.
-- No gracias. – la ventanilla se bajó y ahí estaba Kai. Con sus ojos puestos en mí, su rostro serio, y su voz ronca que tanto me gustaba. Vale, eso último no lo habéis leído. Os prometo que sí quería subir, pero no me apetecía que me viera así. Empapada y con ganas de llorar. Continué andando, pero él me seguía con el coche.
-- Sube.
-- Te he dicho que no, gracias.
-- ¿Vas a hacer que me baje y te suba a la fuerza?. – frené en seco, y me quedé mirándolo. ¿Tanto le importaba que me estuviera empapando?... – Venga, sube. – lo pensé dos segundos. Y cedí. Juliet 2. Kai 1. Va remontando.
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Susúrrame al oído
Ficção AdolescenteJuliet cree tener la vida perfecta. Pero no al novio perfecto. Se enamoró de Milo en el instituto, fue amor a primera vista. Ella cree en el amor ciegamente, pero hace meses que las cosas con Milo no funcionan del todo bien. Él vive centrado en él...