-- Puedo hacerte una lista de posibles candidatos. – Kay, sentada frente a mí en la cafetería, no mantenía la boca cerrada ni después de tres horas de clase. – Seguro que encontraría a alguien más guapo y menos idiota que tu novio.
-- Déjalo ya, Kay... -- resoplé, estaba agotada.
-- ¡William!, el chico de la tercera fila, es guapo. – me miró, buscando aprobación. Puse cara de horror. – Pues Lucas, el ricitos que siempre está junto a la máquina expendedora.
-- Que mal Kay, ¿ese es el ganado?... – bromeé.
-- Pues... ¡Jacob!, el capitán del equipo de baloncesto.
-- ¡Ni de broma!. Milo juega en ese equipo.
-- Pues con más razón, que se joda.
-- No necesito que me busques candidatos Kay... -- me apoyé en el sillón acolchado de la cafetería.
-- También está Logan, Levi, Henry... Joder, el equipo está lleno de buenorros. – ella seguía a lo suyo, no sabía cómo pararla. – Espera, espera. Ya tienes tú fichado a alguien, por eso no quieres que busque. – la miré, asustada. ¿Por qué lo estaba?... Era mentira lo que acababa de decir.
-- ¿Yo?, claro que no. No quiero saber nada de los hombres. Son todos idiotas. – dije, reincorporándome de nuevo, apoyando mis codos sobre la mesa. Kay me miraba sospechosa, iba a decir algo, pero la interrumpieron.
-- Buenas tardes chicas. – Ava apareció, iba directa hacia el mostrador.
-- Hola tía. -- Kay le sonrió con toda la confianza del mundo, y yo... Yo me limité a sonreír, un tanto avergonzada. – Oh, no, creo que sé de qué va todo esto.
-- ¿Cómo?... – la miré, confundida.
-- Solo te voy a decir, que mi tía sería una suegra de diez. Le gustas.
-- No digas tonterías Kay. – dije, intentando sonar relajada.
-- Yo lo dejo ahí amiga...
No respondí, me quedé bastante pensativa mirando por la ventana. Me daba bastante apuro que Kayley pensara cosas que no eran ciertas. No me gustaba Kai Parks, y tampoco sería Ava mi suegra, nunca. Mi único problema ahora mismo era Milo. Hacia dónde íbamos nosotros y nuestra relación.
Kay se había callado, al parecer se mensajeaba con alguien bastante concentrada.
-- Tía, tía. – comenzó a golpearme el brazo. Di un pequeño saltito, del susto.
-- Qué susto Kay. ¿Qué pasa?.
-- James me ha invitado al cine.
-- Wooow, bueno bueno... La cosa parece que va en serio.
-- ¿Vienes?.
-- ¿Yo?, claro que no, es una cita.
-- Me está diciendo que viene su amigo. Ya había quedado con él, pero está deseando verme. – dijo, orgullosa.
-- Qué cita más rara tía.
-- No es una cita. Simplemente iba a ir al cine con su amigo, y me ha invitado. Es una muy buena forma de ir conociéndonos. – asentí, no me pareció tan ilógica su explicación. – Ven por favor. – comenzó a hacer pucheros, suplicándome con las manos. No respondía. – No tienes que ligarte a su amigo, pero si vienes, tendré más intimidad con él.
-- No tengo ninguna intención de ligármelo, descuida.
-- Igual está bueno, quien sabe.
-- No, Kay. – la amenacé con el dedo, divertida.
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Susúrrame al oído
Ficção AdolescenteJuliet cree tener la vida perfecta. Pero no al novio perfecto. Se enamoró de Milo en el instituto, fue amor a primera vista. Ella cree en el amor ciegamente, pero hace meses que las cosas con Milo no funcionan del todo bien. Él vive centrado en él...