Si el amor es para idiotas, yo soy el más grande del mundo

¿Puedes atormentar corazones?

Las puertas del ascensor se abrieron una vez más. Esta vez, se aseguró de que realmente estaba en el piso 18 antes de salir al pasillo.

Siguiendo las instrucciones de Sosaki, camino hacia la izquierda hasta el fondo donde efectivamente, se encontraba una mujer rubia embarazada junto a una fotocopiadora.

— Disculpe — interrumpió —. ¿Está es la oficina de la gerente Kamiji? Estoy aquí para una entrevista— explico por tercera vez en el día.

La mujer lo miro y luego volteo hacia la pantalla de su computadora.

— ¿Tardas 20 minutos en llegar hasta aquí desde la planta baja? — cuestiono arqueando la ceja con molestia —. La puntualidad es algo que se toma muy en cuenta en esta empresa, ¿Y esa pinta? — dijo mirando sus viejas zapatillas rojas —. ¿Estás seguro de que eres mayor? No lo pareces.

— Yo lo-lo siento, tuve unos contratiempos y...

— ¡Yū! ¿Ya tienes las listas? Endeavor las necesita lo antes posible.

Ambos voltearon ante la energética voz que salía por la puerta dónde apareció una mujer curvilínea con un largo cabello verde que parecía estar en llamas por cómo se movía a cada pasó que daba.

— Tú debes ser el chico que Mitsugi envío ¿Verdad? — afirmo dándole una mirada —. Me encanta tu onda de nerd de secundaria, ¡Entra! Estoy ansiosa por escucharte.

Izuku se disculpó con la rubia y corrió tras la llameante mujer que lo guiaba a su oficina, la cual era bastante amplia y estaba decorada con un estilo tradicional que contrastaba con su atuendo más a la moda actual.

— Siéntate niño — señalo haciendo lo mismo —. ¿Te apetece algo de tomar? Agua, café, leche, lo que quieras.

— Muchas gracias — respondió sentándose y fingiendo una sonrisa después de que lo llamarán niño...por cuarta vez.

— ¿Seguro? Deberías estar sediento, después del viaje que hiciste hasta el piso 20 — sonrió con burla haciéndolo removerse —. Mandalay me contó que te encontraste con el mismísimo Endeavor.

La risa estridente que salió de ella lo avergonzó, ¿La mujer de arriba le dijo algo malo? ¿Le contó lo tembloroso que estaba frente al Alfa mayor?

— ¿Ma- Mandalay? – se limitó a preguntar confundido.

— Dejémoslo para después — respondió la mujer restándole importancia —. Ahora Hiroshi, tu tía me dijo que fuiste expulsado de la universidad, no tienes experiencia en nada y eres un holgazán. Pero no te preocupes, yo misma te moldearé para que dejes de ser un zángano de la sociedad y te conviertas en un ciudadano... menos lamentablemente, por aquí tengo unos formatos que necesito que llenes y también...

Izuku veía la boca de Kamiji moverse sin prestar atención a sus palabras ¿Tía? ¿Hiroshi? ¡Cómo no lo sospecho! La mujer de la tienda estaba consiguiendo un empleo a un familiar, ¿Por qué más se saltaría los filtros y le daría la extensión directa a la persona en la línea? Estaba jodido, en cuanto entregará su CV la mujer se daría cuenta de que él no era quien creía y definitivamente llamarían a seguridad para echarlo a patadas por tratar de suplantar una identidad.

Sumido en sus pensamientos catastróficos, no notó que Kamiji había dejado de hablar y lo miraba confundida hasta que ella golpeó la mesa con el puño sacándolo de su ensoñación.

— ¿Eh? — balbuceo aturdido.

— Tus documentos — pidió ella con la mano estirada en su dirección —. ¿Los tienes?