Ocean: Price (SAGA COD #4)

Capítulo 5 "La Playa"

Narra Zaira...

Los días pasaron después del primero beso, ahora duermo mejor por las noches, ya no me siento triste, ni siquiera el aura lúgubre y fría de este sitio puede cambiar esto, decidí arriesgarme y está funcionando, y lo haré hasta que deje de respirar, ya no pienso en que voy a morir ni en que Price después se irá para siempre no me importa.

Ahora cada vez que nos encontramos por los pasillos solitarios, nos besamos, a veces duramos mas a veces menos, por la adrenalina de que nadie nos vea, nos reímos entre besos, normalmente él está en lo suyo y yo en lo mío, paso por un pasillo oscuro y él me embosca desde una habitación y me hala por la cintura hasta el interior.

Solo son besos, y no lo hacemos tan seguido, además no hemos intimado, las cosas hay que llevarlas con calma, además debo seguir mi tratamiento para mantenerme fuerte y poder hacer ese tipo de cosas.

Pasé de nuevo por las habitaciones, verificando que nadie necesitara nada adicional y estuviesen cómodos, cerca de la habitación de la muchacha rubia, Silvia, podía escuchar música desde el interior de su habitación y como cantaba en voz baja, no canta demasiado bonito pero tampoco es desagradable de escuchar.

Toqué un par de veces...

- Pasá...

Entré, ella estaba sentada en la mesa de desayuno al lado de la ventana y frente a una pequeña radio.

- ¿Escuchando la Oreja de Van Gogh? - cuestioné con una sonrisa.

- Sí... - ella asentía emocionada.

- Vale, si necesitas algo puedes decirme.

- ...

Salí de la habitación y antes de cerrar la puerta ella me llamó.

- Zaira...

- Dime. - respondí entrando de nuevo, viéndola con atención.

- Es que en la noche quisiera cantar.

- ¿En serio?, vale, vale, cantarías después de nosotros entonces, le diré a Xavi, ¿necesitas un altavoz o algo? -interrogué.

- No, también quería preguntarte si me podés hacer el acompañamiento con la guitarra.

- Vale, ¿cantarás esa canción? - señalé la radio de donde se escuchaba todo.

- Sí, esta, ¿te la sabés?

- Claro, ¿cómo no me la voy a saber? - respondí riéndome a carcajadas, ella me veía con seriedad.

Sonreí y salí de la habitación y Silvia volvió a llamarme.

- ¿Por qué sos tan amable?

- Porque tengo algo de tiempo para ser amable.

En la noche, Ana como de costumbre me haría a mi el acompañamiento mientras cantábamos, los días habían sido duros para los demás, muy cabizbajos, y hay que entretenerlos un poco, algo de alegría, también teníamos días sin tocar o cantar algo, porque los días eran tan ocupados que todos al final queríamos descansar, y pasaron muchas semanas en donde no nos reuníamos, nos encerrábamos en nuestras habitaciones, pero Xavi insiste en que nos reunamos, sabe por qué lo hace.

Al empezar a tocar, noté que el de la máscara movía su pie contra el suelo con disimulo al ritmo de la música, algo que no hacia al principio, Price me veía con una sonrisa, de brazos cruzados, analizándome.

Me acerqué a su puesto y lo tomé de las manos para que se levantara a bailar conmigo, o bueno para yo bailarle a él, se reía y negaba con la cabeza apenado, su equipo lo empujaba y alentaba entre risas, hasta que accedió, solo lo tomé de la manos, luego lo solté y entre palmas bailé a su alrededor, era como un tronco pero lo entiendo.