— ¿Contracciones? — interrogué.
— Sí, sí, rompí fuente hace horas. — respondía con dificultad. — por eso terminé consulta temprano. — Luciana suspiraba.
— ¿Qué?, ¿Pero qué haces aquí si rompiste fuente hace horas?
— Porque aún me falta dilatar, de nada sirve llegar al hospital y que solo me regresen a casa.
— Tranquila, tranquila, respira, te llevaré al hospital, ¿dónde está König?
— Está en el hospital acordonando la zona en la que estaré.
— Tiene las cosas planeadas entonces, tienes que llamarlo.
— No, ya viene para acá.
— De acuerdo, te llevaré entonces.
Tomé a Luciana y la alcé en el aire, salí por la puerta con dirección al estacionamiento, ella se sostenía de mi hombro con tanta fuerza que dolía, y se queja del dolor durante el camino, es por esa razón que camino lo más rápido que puedo.
— ¿Cómo es que trabajaste hoy así? — interrogué dentro del ascensor.
— El día fue ligero, tuve tiempo a solas así que caminé mucho por toda la oficina, con los niños en la casa me desconcentro. — ella permanecía con los ojos cerrados y respirando hondo.
— Comprendo.
— ¿Sabe Señor?
— ¿Sí?
— Después de esto cierro la fábrica. — la castaña se reía y luego interrumpía sus propias risas con quejas de dolor. — mierda, mierda.
— ¿Vas a esterilizarte?
— Sí, y König ya se hizo la vasectomía.
— ¿En serio?
— Sí...
— Bueno ya tienes una familia grande. — celebré.
— Gracias a Dios.
— Solo te falta un perro.
— ¡No!, ¿un perro en la cas?, no, de ninguna manera — refutó con exageración, sus ojos se abrieron, yo me reía.
Subí a mi camioneta luego de acomodar a Luciana en el asiento de atrás a toda prisa, manejamos y justo al salir varios vehículos blindados nos interceptaron, por la oscuridad se me dificultaba ver, empuñé el armamento guardado dentro de mi chaqueta enlistándolo para accionar.
Del vehículo bajó alguien y se acercó al vidrio, así que lo bajé.
— ¡Price! — pronunció König sorprendido.
— Muchacho casi te meto una bala en la cabeza. — resoplé, él se reía.
— ¿Qué haces por aquí? — interrogó él.
— Fui a una consulta con Luciana.
— ¿Una consulta?, creo que estás muy grande para una consulta pediátrica o de neonatología.
— Después te cuento, ven aquí. — intervenía Luciana ordenándole.
König acudió, subió su capucha y acarició la nariz de Luciana para luego cargarla y trasladarla de vehículo, König caminaba hacia el asiento de piloto de la camioneta blindada, yo me quedé en el aire, él se detuvo y me observó.
— ¿Sabes dónde queda la clínica?
— No. — respondí.
— Sígame, no te puedes perder el nacimiento de tu primera nieta. — él me daba pequeños golpes en el pecho.
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Ocean: Price (SAGA COD #4)
FanfictionEl océano es vida y destrucción, temido y amado al mismo tiempo, reuniendo en sus olas todos los anhelos de quien se sumerge en el mar y lo admira, el océano es uno solo, el mismo en las costas de Málaga o en la fría arena de Mánchester. ¿Qué tiene...