Ocean: Price (SAGA COD #4)

Capítulo 8 "Still Wakes The Deep"

Narra Price...

Me acerqué al helicóptero a recibir a Nikolai, es un alivio que haya llegado tan rápido, tardamos mucho en contactarlo, ese es el meollo de este lugar, un rescate o simplemente que venga alguien no tardaría mucho, la distancia no es tan larga, el problema es lograr la comunicación, podemos tardar días o semanas intentándolo.

— ¿Qué tal el viaje Nikolai? — interrogué en voz alta para que me pudiera escuchar aún con el ruido de las aspas.

— Bien, me parece que será mejor el viaje que el lugar de destino, solo a ti se te ocurre estar en un lugar así. 

— No es tan malo como aparenta. — sonreí. — ¿tienes las flores?

— Sí, aquí están, rosas blancas, girasoles y lavandas si no me equivoco.

— Perfecto, dame las mías... — intervenía Ghost tomando el ramo de lavandas.

— ¿Por qué tanto afán por las flores Price? — cuestionaba Nikolai.

— Ya lo verás... — respondió Gaz.

— ¿Enviaste las flores de Naiara por parte de Soap? — interrogué.

— Sí, lirios, ¿no?

— Sí, lirios... — confirmé.

— Me tenían de chico de entregas. — bromeaba Nikolai.

— Gracias por venir. — agradecí.

Caminé hacia Zaira, que me veía desde lo alto de uno de los balcones, ella también se acercó a mi, su rostro se había congelado y yo sonreía de los nervios, sus mejillas poco a poco se volvían del color de las rosas, mi corazón latía con fuerza, ella me veía a los ojos, funcionó, no se lo esperaba.

Cuando le entregué el ramo lo juntó a su pecho, y suspiró, sus manos acariciaban los pétalos con delicadeza.

Zaira nos acompañó a darle parte del recorrido a Nikolai por la plataforma, pero en un momento nos dejó para buscarle un lugar con agua a las flores que seguía sosteniendo entre sus brazos.

— ¿Vas a tocar esta noche?, si es así avisa con tiempo, tenemos agenda apretada esta noche. — interrogaba Xavi.

— Puedo tocar algo perfectamente, ¿agenda apretada? — respondió Nikolai.

— Aquí todos hacemos algo de vez en cuando, cuando no jugamos cartas, basquet o vemos películas, tocamos o cantamos por las noches. — comenté.

— ¿Por qué hacen eso?

— ¿Está viendo este lugar?, ¿o la Unión Soviética te dejó ciego?— refutaba Xavi.

— Lo hacemos para entretenernos y evitar la depresión que causa este lugar. — intervine tratando de interrumpir a Xavi y sus comentarios tan ácidos.

— Lo que más hacemos es cantar o tocar, mis muchachos lo hacen y son los mejores, buenos profesionales y buenos artistas, ¿a que es interesante?, y este. — Xavi me señalaba con el pulgar. — también es un artista. — yo me reía.

— ¿Sí? — cuestionaba Nikolai cruzándose de brazos y sonriendo con curiosidad.

— Lo que le faltó fue vestirse de traje, se tomó en serio la presentación. — Xavi se reía.

En el pasillo, al fondo cerca de los camarotes, Zaira se asomó por la puerta y me saludó, yo sonreí y volví a la reunión que tenía con Xavi y Nikolai, ella volvió a su habitación.