Introducción

8.8K 536 14
                                    

Las vacaciones de verano habían empezado, viernes por la mañana, Hannah jugaba a las escondidas con su hermana mayor por toda la casa.

La pequeña sonrisa traviesa de Hannah mostraba lo feliz que estaba mientras se escondía en el armario de su padre, ella sabía que no podía jugar ahí, pero aprovechaba el momento en que todas las mañanas su madre las dejaba a ella y a su hermana solas en casa mientras hacía las compras.

—Oh, Hannah...

La voz de Brenna en los pasillos, acercándose, asustaban a Hannah. Estaba cerca.

La hermana mayor sabía que Hannah siempre se escondía en la misma habitación de siempre. La menor amaba esconderse en una parte diferente pero en la misma habitación.

Ayer era en la bañera del baño, hoy en el armario de su padre, mañana quizás se colgaba en la puerta cubriéndose con una abrigo, pero sería en la misma habitación, eso si.

A pesar de esconderse en el mismo lugar siempre, Brenna nunca la encontraba, Hannah siempre podía salir a tiempo. Era demasiado ingeniosa en eso.

Cuando la puerta de la habitación se abrió, Hannah apretó fuertemente sus labios para no emitir ningún ruido.

Veía a su hermana a través de la rendija de la puerta del armario, Brenna estaba buscándola debajo de la cama, detrás de la puerta, en el rincón de la esquina incluso.

Cuando Hannah sabía que pronto revisaría el armario, lentamente se apoyó en la pared detrás suya y se fue deslizando hasta sentarse.

Miró a ambos lados en busca de encontrar algo con lo que taparse y entonces miró arriba.

Justo ahí, arriba del perchero, había una especie de estante donde podía entrar su pequeño cuerpo, entonces lo que hizo fue incorporarse de pie rápidamente, pisar una fila acumulada de cajas de zapatos y subir hasta ahí arriba.

Le preocupaba que no resistiera su peso, entonces deseaba rápido que su hermana abriera el armario y se fuera para poder bajar.

Ahí arriba pudo ocultarse detrás de las toallas y abrigos que estaban doblados.

—¡Te atrapé!

Las puertas se abrieron de golpe.

Brenna quedó boquiabierta al no encontrar a nadie, juraba que su hermana estaba escondida en el armado al no hallarla por toda la habitación.

Asomó la cabeza para mirar ambos lados y buscarla, pero no encontró nada.

En cuanto miró hacia el estante de arriba, quiso ver si ahí estaba Hannah, pero algo la interrumpió.

Un claxon sonó. Su madre había llegado.

Así como Brenna lo escuchó, Hannah también.

Rápidamente Brenna cerró las puertas del armario y salió de la habitación de inmediato.

No porque su madre las regañaría sino porque ella siempre les traía el chocolate preferido de ambas, todos los días.

Hannah saltó del estante, sin tomarse la molestia de cerrar la puerta del armario.

Salió de la habitación y antes de bajar las escaleras fue corriendo hacia la pared donde Brenna contó para poder librarse.

Perfect Doom | Twilight | Alec Volturi [Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora