Capítulo veintitrés

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Hannah quitó la mano de Alec sobre su boca de un movimiento brusco y se agachó para pasar por debajo de su brazo y ya no estar arrinconada.

Alec volteó hacia ella.

—¿Qué haces aquí?

-—Necesitaba verte.

—No puedes estar tan cerca de nuestro territorio—señaló. No quería estar en problemas con su padre. Incluso miró a todos lados buscando ver si ahora también la estaba observando.

—¿A quién buscas?

Hannah volvió a dirigir su mirada a él.

—A nadie—respondió, restandole importancia—Solo... están mis hermanos fuera de casa y pueden verte. Y ahora no es un buen momento para que me vean contigo.

—¿Por qué?

—Alec, solo... ¿Qué haces aquí?—volvió a preguntar.

—Necesitaba verte.

—Podías antes avisar, ¿no crees?

—Necesitaba ver si estabas bien.

—¿Bien?—repitió—¿Por qué no estaría bien?

El Volturi pensó repetidas veces lo que iba a contestarle.

¿Tenía que decirle la verdad?

Si le decía por qué estaba ahí, tendría que mencionar los neofitos y si lo hacía, ella se enteraría que su guardia está cerca de su hogar. ¿O ya sabía que estaban ahí gracias a la vidente?

—Nada, olvídalo—murmuró.

—¿Vienes solo?

¿Ahora que debía decirle? Pensó.

—No—dijo con sinceridad—pero están lejos.

Hannah se repleantó ese «están» que incluía más de uno y se puso en alerta.

—¿Quiénes?

—Jane, Demetri, Felix.

—¿Por qué tu guardia está tan cerca?

Hannah no era tonta, comenzaba a insinuar que los Volturi ya sabían de la existencia de los neofitos, no por nada toda su guardia estaría tan cerca.

¿Ahora que debía hacer? ¿Decirle a Carlise que ellos estaban cerca? ¿Con qué excusa? No podía volver a saber que había vuelto a ver a Alec. Se molestaría de nuevo con ella, y se molestaría más saber que él estaba tan cerca de casa.

—Tenemos cosas que hacer.

—¿Ya lo saben, no?

—¿Sobre qué?

—Los neofitos—indicó.

Alec se tensó un momento pero finalmente asintió, afirmando que ya sabían de ellos.

Hannah perdió su mirada en el árbol que había detrás de Alec, pensativa.

Ahora se encontraba en medio de tener que decirle a Carlise la verdad o callar y esperar que en cualquier momento los Volturi invadan su hogar a tener una conversación pendiente con él, porque sabía que ellos lo iban hacer.

—Tienes que irte—pidió Hannah, volviendo a centrarse en lo que estaba ocurriendo.

Alec no respondió nada ante eso.

Hannah giró y comenzó a caminar en dirección a su hogar.

Alec caminó detrás de ella hasta tomar de su mano y voltearla.

Perfect Doom | Twilight | Alec Volturi [Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora