Perfect Doom | Twilight | Alec Volturi [Proceso]

Capítulo veinte

—Quiero hablar con uno de ustedes—aclaró—con Jacob.

Hannah estaba del otro lado de la frontera frente dos lobos que salieron de inmediato cuando ella la cruzó.

Estos eran de pelaje gris claro y una especie de marrón caramelo de diferentes tamaños.

El lobo gris le mostró los colmillos a Hannah cuando esta se le quedó mirando fijamente.

—¿Dónde está?

No tenía la paciencia para quedarse observandolos a los dos por más minutos, estaba de urgencias de ver a Jacob, el enfado hacia él aún estaba presente.

Sin esperar más, quiso avanzar para adentrarse al bosque y buscarlo por ella misma pero fue detenida por el lobo gris en su paso.

Hannah se detuvo y lo miró fijamente.

Estaba claro que no iba a dejar que ella pase.

El otro lobo, que aún estaba en su lugar, no parecía alarmado por tener a Hannah ahí.

La castaña le dió una mirada y luego volvió a mirar de nuevo a quien le impidió su paso.

El más pequeño de los dos, avanzó lentamente hacia la vampira hasta colocarse en medio de ambos, miró a Hannah dándole a entender que podía seguirlo y sin mas comenzó a caminar hacia el bosque.

Hannah avanzó detrás de el y el otro no tardó en ir detrás de ella.

Hannah caminó en medio de ambos hasta llegar frente una casa de volumen mediano pintada de color rojo muy llamativo y puertas blancas.

Los lobos se colocaron cada uno a un lado distinto de Hannah, los tres estaban observando la casa desde lejos.

La castaña miró al que tuvo la intención de guiarla y le asintió con la cabeza, en una forma de agradecimiento.

Sin mirar el otro, avanzó en pasos lentos hasta la casa.

Cuando estuvo lo suficiente cerca, se detuvo en el porche de ella.

No quería voltear, sabía que los lobos la estaban viendo, ellos la escoltarían de nuevo hasta que cruce la frontera a su hogar.

Golpeó la puerta en tres toques y esperó.

El silencio que aportaba la casa parecía indicar que no había nadie, hasta que minutos después, la puerta finalmente se abrió.

Un hombre, en sillas de ruedas, estaba del otro lado.

Su rostro neutro pasó a uno de horror en cuestión de segundos. Notó los ojos de la vampira y supuso que algo le haría.

Sin articular nada, quiso cerrar de inmediato la puerta en su cara pero Hannah lo detuvo.

—Solo quiero hablar con Jacob, ¿está aquí?

El hombre retrocedió hacia atrás.

—¿Qué quieres?

—Solo quiero hablar con él, los lobos me guiaron hacia acá cuando les mencioné lo mismo—explicó para dejarlo más tranquilo.

No tenía intenciones de lastimarlo.

—Él no está aquí.

—¿Dónde está?

—Salió al pueblo, volverá pronto.

—Bien, lo esperaré cerca.

—No tienes que estar aquí, Sam...

—Lo sé, causaré problemas—se adelantó—pero solo quiero hablar con él y me iré.