✷ᴅᴏʟʟ✷ (ᴀᴘᴘʟᴇʀᴀᴅɪᴏ/ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 11

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Alastor yacía inmóvil, su dolor apaciguado por la presencia de la sombra. La figura oscura lo observaba con una preocupación que parecía trascender la simple protección. Era como si conociera el dolor de Alastor, como si compartiera su carga.

— ¿Por qué no me dijiste? — susurró la sombra con una voz que no era voz, una melodía que no era melodía.

Alastor abrió los ojos, encontrándose con la mirada compasiva de la sombra — Porque es mi carga, y solo mía — respondió con un hilo de voz.

— Estoy segura de que si la jefa se entera te matará por segunda vez — le dijo, agachándose y tomando sus hombros.

— ¿Por qué crees que lo escondí? — le cuestionó a la sombra, sentándose con cuidado — no te atrevas a contarle nada — dijo con un tono amenazante y demandante.

— Obviamente no le diré — La sombra se puso delante de él — aunque no lo creas, sí te aprecio — empezó a levantar la camisa de Alastor para examinar la herida angelical.

— A veces no parece así —

— ¿Disculpa? — la sombra se detuvo, viéndolo con unos ojos molestos.

— Mientras yo estaba lidiando con esto tú me abandonaste sin decir nada, ¿eso es apreciarme? — Alastor reclamó.

— ¿Qué? ¡Nunca te abandoné! —

— ¿Entonces, que estabas haciendo? ¿A dónde fuiste? — Alastor inquirió, acercándose más a su sombra.

— Pasó... Algo inesperado... — La sombra bajó la cabeza.

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— ¿Segura de que esto va a funcionar? — Lucifer preguntó.

En la sala del hotel, Charlie, Vaggie y Lucifer estaban escribiendo una carta de disculpa. Lucifer parecía escéptico, viendo la hoja, por ahora vacía, con desinterés.

— ¡Claro! No sé bien qué pasó, pero no es nada que una buena disculpa no arregle — Charlie le aseguró a su padre — sólo escribe lo que sientes. Intenta ser lo más sincero que puedas, ¡la honestidad es la mejor política!—

— Claro... — Lucifer dejó la hoja vacía en la mesa junto al sobre.

La pluma en su mano parecía pesar más de lo normal. Las palabras no venían fácilmente, y cada vez que intentaba escribir, las dudas lo asaltaban. ¿Cómo podía disculparse por algo que ni siquiera entendía completamente?

Lucifer finalmente comenzó a escribir bajo la atenta mirada de Charlie y Vaggie. Las palabras fluían lentamente al principio, pero a medida que continuaba, encontraba su ritmo.

Entonces, el sonido de la puerta los distrajo. Charlie se levantó de su lugar con energía, lista para recibir al invitado. Mientras tanto, Lucifer habia dejado de escribir, pensando en las siguientes palabras.

Charlie abrió la puerta y se encontró con el nuevo visitante: Estaba vestido con un traje negro que absorbe la luz, con botones amarillos que brillan como ojos de gato en la oscuridad. Su rostro revela una sonrisa amplia y astuta, mostrando dientes azulados afilados como cuchillas. Un sombrero pequeño, posado sobre su cabeza como un corvo observador, completa su atuendo misterioso junto a los lentes extravagantes con cristales amarillos.

Parecía tener características de un pez abisal, con una antena brillante sobre su cabeza. Era bastante bajo, por lo que Charlie se agachó para quedar a su altura.

— ¡bienvenido al Hotel Hazbin! — Charlie exclamó — Y, ¿Cuál es tu nombre? — preguntó con emoción.

El más bajo se puso erguido y acomodó sus lentes — mi nombre es Baxter — dijo para luego juntar sus manos en un gesto "malévolo".

— Ooh, Baxter, un nombre divertido — Charlie dijo — ¿Vienes a hospedarte? —

— Esa es mi intención, sí — Baxter respondió con un tono algo egocéntrico.

— ¡Oooh, eso es genial! — Charlie exclamó con emoción — Aaaw, mira tu batita de laboratorio, es muy linda — dijo en un tono tierno, para poco después soltar un grito ahogado — ¿Eres un inventor? — le preguntó.

— ¡No me menosprecies, mujer! — Baxter Exclamó con enojo — no soy un inventor, soy un científico. Hay una diferencia — dijo con orgullo — algunos me clasificarían cómo un... Científico loco... —

— Pentious era un inventor — Charlie murmuró para sí misma — Eso es tan genial... ¡Apuesto a que eres igual que él! —

— si te refieres a esa serpiente pomposa, quiero aclarar que no soy para nada cómo él — Baxter frunció el ceño.

— ¡Yay! — Charlie tomó al científico por el cuello de su bata y lo arrastró al interior — ¡Conozcan a Pentious! — Charlie exclamó, viendo a Lucifer y Vaggie, quiénes la veían con una ceja levantada.

— Baxter — el más bajo volvió a corregir.

— ¡Sí, Baxter! — Charlie se corrigió — ¿Estas aquí para ser redimido Pent... Ster? Baxter. Perdón, perdón — se disculpó con pena — Pentious... Baxter. Perdón. Baxter, Baxter, Baxter — rio nerviosamente.

— Estoy aquí para investigar el fascinante concepto de la redención — Baxter explicó — mi hipótesis es que es imposible —

— ¡Te demostraré que te equivocas! Ya lo veras Pen... ¡Baxter! Baxter ajaja — Exclamó Charlie.

Con Baxter ya dentro del hotel, la atmósfera se llenó de una curiosidad palpable. Charlie, con su entusiasmo característico, estaba ansiosa por mostrarle a Baxter que la redención era posible, incluso para un científico tan escéptico como él.

— Bueno, Pe... Baxter, ¿por qué no me acompañas en un recorrido por el hotel? ¡Estoy segura de que te encantará! — sugirió Charlie, intentando suavizar el ambiente después del pequeño malentendido con su nombre.

Baxter ajustó sus lentes, mirando a Charlie con un brillo de interés en sus ojos — Muy bien, pero espero que este recorrido sea más que una simple muestra de hospitalidad. Estoy aquí para observar y analizar — respondió con un tono que dejaba claro que no estaba allí para socializar. Tomó su maletín y siguió a la rubia.

— ¡Por supuesto! — Charlie asintió con entusiasmo — Verás que tenemos todo tipo de actividades y programas que ayudan a nuestros huéspedes en su camino hacia la redención —

Mientras Charlie y Baxter se alejaban, Vaggie se acercó a Lucifer, quien aún sostenía la pluma en su mano, la carta de disculpa a medio escribir sobre la mesa.

— ¿Está bien? — preguntó Vaggie, notando la mirada pensativa de Lucifer.

— Sí, solo estoy... reflexionando — respondió Lucifer, sus ojos siguiendo la figura de Baxter y Charlie mientras desaparecían por las escaleras.

— ¿Sabe? a veces las acciones dicen más que las palabras — dijo Vaggie, poniendo una mano en el hombro de Lucifer — Tal vez lo que necesitas es mostrar que lo sientes, no solo escribirlo —

Lucifer consideró las palabras de Vaggie por un momento antes de asentir lentamente. Dejó la pluma a un lado y se levantó, decidido a encontrar una manera de arreglar las cosas.

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NOTAS DEL AUTOR: Si escribiera una historia original, ¿la leerían? Es que tuve una idea que no queda como un fanfic 😅.