✷ᴅᴏʟʟ✷ (ᴀᴘᴘʟᴇʀᴀᴅɪᴏ/ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ)

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 8

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Lucifer había escuchado que Alastor había salido del hotel a media noche, por alguna razón. Eso era algo que no iba a desaprovechar. Con cautela, se movió por los pasillos con un objetivo claro: entrar en la habitación de Alastor sin que el dueño se diera cuenta. Estaba seguro de que ahí debía guardar por lo menos una cosa, escondida de la vista del mundo.

La conversación con Alastor había despertado en él una curiosidad que no sentía desde hacía siglos. ¿Qué secretos escondía el Demonio Radio? ¿Qué "melodías ocultas" podía descubrir si se atrevía a escuchar?

La puerta de la habitación de Alastor estaba cerrada, pero eso no sería un obstáculo para él. Con un gesto sutil, la cerradura cedió, y el pantano lo recibió. La habitación estaba impregnada del mismo aire de misterio que rodeaba a su ocupante. Cada objeto parecía tener una historia, cada sombra un secreto. Se movió con cuidado, sus pasos resonaban en el lodo mientras se adentraba en el pantano, buscando algo que pudiera revelar las "melodías ocultas" de Alastor.

Entonces, un presentimiento lo hizo mirar hacia un punto en especifico. Confiando en esa sensación, se dejó guiar hasta el lugar. Un árbol, más grande que los otros, fue lo que encontró. Empezó a caminar alrededor, buscando algo interesante, y vaya que lo encontró. Este árbol estaba hueco, y tenía un agujero en la parte baja, del cual se asomaba algo: una gran bolsa de plástico negro, del tamaño de una persona. Tenía una forma sospechosamente humanoide, lo que lo hizo arquear una ceja: ¿acaso este tipo guarda cuerpos aquí? ¿No puede siquiera desecharlos? Pensó Lucifer. Sobre esta había una nota:

Hola, Niffty.

Sé que te gusta entrar y limpiar la habitación sin que me dé cuenta, y por eso quiero pedirte dos cosas:

1- No te deshagas de esto
2 - NO mires dentro. Por nada del mundo abras la bolsa (hablo MUY, MUY enserio)

Y sí, sé lo que parece. Pero no, no es un cadáver.

Gracias por la comprensión.

Lucifer desvió su mirada a dicha bolsa, frunciendo el ceño. Con lentitud, empezó a acercar su mano a la bolsa. Al tocarla, sintió algo cálido dentro, pero no podía saber que era. Si no era un cuerpo, ¿qué era?

Justo cuando iba a abrir la bolsa, escuchó una voz detrás de él:

— ¿Disfrutando de la colección, su majestad? — preguntó Alastor, su voz tan calmada como siempre, pero con un filo que no estaba antes.

Lucifer se giró, enfrentando la mirada de Alastor — ¿Qué es eso? — preguntó señalando la bolsa.

— nada importante —

— En ese caso, no importa si la abro, ¿verdad? — Lucifer puso su mano sobre el nudo.

— No se atreva — Alastor frunció el ceño.

— considero que si no es importante no hay por qué ocultarlo —

— Sus consideraciones son estúpidas, con respeto — Alastor se cruzó de brazos.

— Lo bueno es que es con respeto, eh — Lucifer comentó con sarcasmo.

— Aléjese de la bolsa, ahora — Alastor habló con voz firme.

— si me dices que hay adentro, prometo no molestarte más — Lucifer se alzó de hombros.

— ... Lárgate... —