ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 16

189 31 1
                                    

✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷

Finalmente iba de regreso al hotel. Luego de su "crisis", estuvo en una parte alejada del anillo del orgullo. Lejos del hotel, de la ciudad y de cualquiera que lo conociera. Luego de unos momentos de reflexión, finalmente estaba bien de nuevo. La vergüenza lo carcomía aunque nadie lo había visto. Se sentía débil, muy débil. También sentía un vacío extraño. No el vacío que siempre experimenta por su cuerpo hueco, sino que era algo más. Le faltaba algo que no podía identificar.

Al llegar al hotel, Alastor se detuvo en la entrada, su mano vacilante sobre la manija de la puerta. La idea de enfrentarse a los demás después de su explosión no era para nada atractiva, pero sabía que no podía evitarlo para siempre. Con un suspiro, abrió la puerta y entró.

El lugar estaba vacío a excepción de una persona: Baxter, descansando en uno de los sillones del hotel. Parecía bastante concentrado en unas notas desordenadas, murmurando sinsentidos. Al menos ya no estaba explotando paredes, eso era algo bueno.

Se acercó con pasos silenciosos y se posicionó detrás de él sin que Baxter lo notara, dando un vistazo a las notas. No tenían sentido; palabras desordenadas, encimadas, tachadas, garabatos. Dudaba que incluso el propio Baxter pudiera comprender lo que escribió.

Su sonrisa se ensanchó mientras se agachaba para quedar a la altura de la oreja de Baxter. El "científico loco" ni siquiera podía sentir la presencia del otro por su concentración en las notas. Alastor lo observó por unos minutos y entonces...

- interesante -

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah! - Baxter gritó de forma aguda mientras caía del sillón, golpeándose en el piso. Todas sus notas se esparcieron en el suelo junto a él, mostrando más garabatos y sinsentidos. Alastor soltó una carcajada ante la escena - ¿¡Qué mierda!? - Baxter lucía furioso.

- Oh, perdoname - Alastor dijo con un tono juguetón - simplemente me pareces muy... Interesante - Dijo con su tono enigmático de siempre.

- ¿Interesante? - Baxter preguntó con cautela.

- Así es. Siempre me he preguntado... ¿Qué estás investigando exactamente? ¿Qué buscas probar? -

- quiero comprobar que la redención es imposible, lo dije cuando llegué - Baxter se cruzó de brazos, aún sentado en el piso.

- ¿Explotar paredes ayuda? - Alastor le preguntó, mirándolo con sospecha - ¿En qué te beneficia, exactamente? ¿Qué pruebas consigues con eso? -

- No es de tú incumbencia -

Alastor desvió la mirada hacia las notas, notando el dibujo de cierto demonio de la televisión. Su sonrisa se tensó. Al notar esto, Baxter se apresuró a recoger las notas, incluso si las arrugaba. Alastor observó cómo Baxter recogía apresuradamente las notas, su curiosidad aumentando con cada movimiento nervioso del científico. Decidió que era momento de presionar un poco más.

- Vamos, Baxter, no tienes por qué esconder tus investigaciones - Alastor se inclinó hacia adelante, su tono suave pero firme. - si son tan "inocentes" cómo dices, a nadie le molestará. ¡Estoy seguro de que la gente quedará maravillada con tu sabiduría! -

- tengo cosas que hacer - Baxter dijo con nerviosismo, levantándose de un salto - ¡Adiós! - con eso, desapareció por las escaleras.

Con un chasquido, Alastor hizo aparecer a su sombra, quién lo veía fijamente - vigílalo - le ordenó, por lo que la sombra viviente se apresuró a seguir al científico.

El momento fue interrumpido por un olor dulce. Su cabeza se levantó inconscientemente ante esto, buscando el origen del olor. Caminó hacia la cocina como abeja a la miel, cautivado por el aroma.

Abrió la puerta y encontró a otra persona conocida: Lucifer, cocinando algo. Había una gran cantidad de alguna sustancia espesa, de un color beige, servida en un molde grande. Lucifer, a diferencia de Baxter, notó su presencia rápidamente.

- Hola. ¿Quieres hotcakes? - Lucifer preguntó sin rodeos, girándose hacia él.

Alastor se quedó observando a Lucifer por un momento. Había algo en la forma en que Lucifer se movía, grácil y seguro, como si dominara cada pequeño detalle del ambiente. Era el tipo de confianza que siempre había admirado, aunque nunca lo admitiría en voz alta.

El aroma dulce seguía llenando el aire, pero no era solo eso. Una chispa de algo desconocido se encendió en el pecho de Alastor. No era el hambre habitual ni la necesidad de poder; era algo diferente, algo más sutil que lo desarmaba por un segundo.

- ¿Hotcakes? - repitió Alastor, volviendo a la realidad. - Vaya, no pensé que se rebajaría a algo tan... simple - dijo con un toque de burla en su voz, aunque no pudo evitar que su mirada se quedara un instante más de lo debido en la figura de Lucifer. El ángulo en que la luz de una ventana cercana iluminaba al rey del infierno hacía que sus rasgos se vieran sorprendentemente... Llamativos.

Lucifer sonrió de lado, y con un gesto despreocupado, comenzó a verter más mezcla en la cazuela. - ¿Se te pasó el enojo? - Su voz era firme y llena de una confianza.

- ni me lo recuerde - murmuró Alastor, casi como si hablara para sí mismo. Sus ojos vagaron un segundo más sobre la figura de Lucifer antes de apartarlos rápidamente, como si temiera que aquel momento de debilidad pudiera ser descubierto.

- ¿Lo dejamos en el olvido cómo el otro tema que no pienso mencionar? - Lucifer preguntó, poniendo el hotcake recién hecho sobre un plato.

- Por favor - Alastor asintió con un suspiro.

Alastor observó cómo Lucifer manejaba la espátula con destreza, volteando otro hotcake con un movimiento fluido.

- ¿Y bien? - preguntó Lucifer, rompiendo el silencio - ¿Vas a quedarte ahí parado todo el día o vas a comer? -

La pregunta sacó a Alastor de sus pensamientos. Se acercó a la mesa, donde ya había un plato con hotcakes humeantes esperándolo. Había algo reconfortante en la simplicidad de la escena, algo que hace años no experimentaba.

- Supongo que no puedo negarme - respondió Alastor. Tomó asiento frente al plato, aún cauteloso, como si esperara que fuera una trampa.

Lucifer se unió a él en la mesa, sirviendo un poco de jarabe sobre los hotcakes. - A veces, las cosas simples son las más satisfactorias - comentó, observando a Alastor con una mirada que parecía traspasar todas las barreras que el otro había construido a su alrededor.

Alastor tomó un tenedor y cortó un pedazo del hotcake, llevándoselo a la boca. El sabor dulce y la textura esponjosa lo sorprendieron, un placer inesperado que no pensó poder sentir. Él mismo creía que no le gustaban las cosas dulces, pero... Quizás deba darles una oportunidad.

- No está mal - admitió, después de saborear el bocado - De hecho, es bastante bueno.

Lucifer sonrió, satisfecho con la reacción - gracias - dijo von orgullo.

El agradecimiento hizo que Alastor levantara la vista, encontrándose con la mirada de Lucifer. Por un instante, el tiempo pareció detenerse.

- no se acostumbre a los elogios, su majestad - dijo Alastor, su voz más suave de lo habitual mientras desviaba la mirada.

Lucifer respondió con una sonrisa mientras continuaba en lo suyo, preparando más comida. El silencio era cómodo y acogedor, algo que ninguno de los dos esperaba.

✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷✷

NOTAS DEL AUTOR: Luego de 8000 vueltas, finalmente empezamos con el romance. Perdón por tardar tanto. Este es el primer romance que escribo y aún no sé bien cómo desarrollarlo 😅.

Gracias por leer, como siempre ❤️

✷ᴅᴏʟʟ✷ (ᴀᴘᴘʟᴇʀᴀᴅɪᴏ/ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora