𝟎𝟑 | welcome to the fourth wing

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CAPÍTULO TRES

[ BIENVENIDOS AL ALA CUATRO ]

Los dragones azules descienden de la extraordinaria estirpe Gormfaileas. Conocidos por su impresionante tamaño, son los más despiadados, especialmente en el caso del inusual Azul Cola de Daga, cuyos afilados picos al final de su cola pueden sestripar a un enemigo con un solo golpe.

- Guía del Campo de los Dragones del Coronel Kaori

Los brillantes cuernos azules de la dragona de Xaden se elevan sobre su cabeza en un arco elegante y letal, y sus alas se extienden brevemente antes de volver a su lugar, con la punta de su articulación superior coronada por un pico salvaje.

Las colas de todos también eran igual de letales, pero desde aquella posición era imposible verlas y saber las razas.

- Vamos a tener que traer a los mamposteros de nuevo - masculla Dain
mientras unos pedazos del muro se van soltando bajo las patas de los dragones para azotar contra el patio en rocas tan grandes como el torso de Aleska.

Habían tres dragones con distintos tonos de rojo, dos verdes, uno café, uno naranja y Sgaeyl, la enorme azul marino que estaba frente a ella. Todos gigantescos y tapando la estructura de la ciudadela mientras miran a los cadetes entrecerrando sus ojos color oro, juzgándolos a más no poder.

Si no necesitaran a los insignificantes humanos para desarrollar sus habilidades únicas al vincularse y extender su protección sobre Navarre, seguro se los comerían a todos y fin del cuento. Pero les gustaba proteger el valle que estaba detrás de Basgiath y que los dragones consideraban su hogar, defenderlo de los despiadados grifos, y sobre todo, a los humanos nos gusta vivir, por eso ahí estaban ellos, formando las parejas más extrañas del mundo.

Su corazón amenaza con salirse del pecho y le daba toda la razón, porque Aleska también quisiera irse corriendo.

Un cadete se escapa del Ala Tres, corriendo y gritando en su camino hacia la torre de piedra que está detrás de ellos. Todos voltean a ver cómo huye a toda velocidad hacia la enorme puerta de arco que estaba en el centro.

La vista de Aleska no era impecable, pero podía distinguir fácilmente las palabras grabadas.

«Un dragón sin su jinete es una tragedia. Un jinete sin su dragón está muerto»

Cuando se crea el vínculo, los jinetes ya no pueden vivir sin sus dragones, aunque la mayoría de los dragones no tiene problemas en seguir sin ellos.

Por eso eligen con tanto cuidado, para no enfrentar la humillación de haber elegido a un cobarde, aunque un dragón jamás reconocería haber cometido ese error.

Uno de los dragones rojos abre su enorme boca, mostrando unos dientes que sin problemas podrían medir lo mismo que Aleska. Más, incluso. Sobre su lengua corre fuego, que luego sale disparado en la flama macabra hacia el cadete que se había echado a correr.

Antes de que pudiera alcanzar la sombra de la torre, ya era una pila de ceniza sobre la grava.

El calor de las llamas se siente en un lado de su cara cuando gira para ver al frente. Si alguien más se echaba a correr y termina muerto de la misma manera... Aleska no quería ver eso. Se escuchan más gritos alrededor. Se sienten otras dos ráfagas de calor, una a cada lado.

Sgaeyl parece inclinar la cabeza hacia ella, como si sus desconfiados ojos dorados pudieran ver el interior de la hermana de su jinete, el miedo que le aplasta el estómago y la duda que le envuelve insistentemente el corazón.

𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 [Liam Mairi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora