𝐁𝐎𝐑𝐍 𝐓𝐎 𝐃𝐈𝐄 [Liam Mairi]

𝟎𝟗 | brother vs. sister

◇ CAPÍTULO NUEVE ◇

[ HERMANO CONTRA HERMANA ]

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Hace un par de días pasó algo que presiento que pasará contigo y conmigo cuando estés aquí. Dos hermanos fueron llamados a enfrentarse en la colchoneta, supongo que para demostrar quién era el más fuerte y el más débil. Si eso pasa, no me voy a contener solo porque seas tú, Les, y tampoco voy a dejarte ganar como solía hacer cuando éramos niños. Así como espero que tú tampoco te contengas ni me dejes ganar. Es por eso que debes entrenar y prepararte tanto como puedas.

— Correspondencia recuperada entre el Líder de Ala Xaden Riorson y la cadete Aleska Riorson.

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Horas más tarde, todos los cadetes estaban en el gimnasio. A diferencia de la última vez, que solo había sido evaluación física, esta vez eran entrenamientos de verdad.

— ¿Por qué no me habías dicho lo de Sgaeyl? — reclama Aleska acomodándose las vendas que usaba como guantes para sus manos.

— ¿Qué pasa con Sgaeyl? — cuestiona Xaden confundido.

— Eso, finge que no sabes — se burla — Se vinculó contigo siendo pariente de uno de sus antiguos jinetes.

— ¿Cómo supiste eso? — se aclara la garganta.

— Kaori nos lo dijo en clase — suspira terminando de acomodar la tela en sus manos — ¿Es por eso que tienes un sello tan poderoso? ¿O significa que tienes dos sellos?

Xaden la toma por el brazo a la vez que mira en todas direcciones lo más disimuladamente posible para asegurarse de que nadie los escuche.

— Habla más bajo — regaña — Supongo. Y no, no lo tengo. Al menos, no aún.

— Está bien, relájate — murmura en voz baja — ¿Me dirías si lo tuvieras?

— Si lo tuviera.

— Me parece que ahora esto me pertenece. Disfruta tu siesta — sonríe Rhiannon agachándose hacia su oponente y quitándole la daga que traía en un costado cuando él cae desmayado en la colchoneta.

— No sé por qué te estás riendo, Sorrengail — empieza Jack con una sonrisa macabra y recargado contra los tablones de madera que cubrían una pared.

— Aquí vamos otra vez — Aleska rueda los ojos aburrida.

— Jódete, Barlowe — responde Violet mostrándole el dedo medio.

— Honestamente, espero que ganes el reto de hoy — sigue él y sus ojos brillan con
una alegría sádica — Sería una pena que alguien más te matara antes que me toque mi turno. Pero no me sorprendería. Las violetas son algo tan delicado… Tan frágil.

Violet desenfunda las dos dagas que trae sobre las costillas y las lanza hacia él con un movimiento ágil. Caen una casi rozándole una oreja y la otra a un par de centímetros debajo de su entrepierna.

El miedo se evidencia en los ojos del joven mientras la chica sonríe sin pena y agita los dedos a manera de saludo.

— Vaya, mira quién tiene buena puntería — sonríe la chica Riorson antes de voltear hacia su hermano, encontrando una pequeña y casi indistinguible sonrisa en sus labios mientras mira a la hija de la General — Esa expresión que veo en tu cara, ¿qué es? — entrecierra los ojos.

— No sé de qué hablas — miente tomando su botella de agua para luego llevarla a su boca y beber el líquido.

— Ajá — finge que le cree.