Introducción

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Introducción


2008, Pueblo de Wallace


Narrador Anónimo:



Era la noche de Halloween, todos se disfrazaron y los niños salieron a pedir dulces, lo normal, lo tradicional en esa misma fecha cada año, pero algo cambiaría esa noche, ese Halloween y ellas serían las protagonistas de ese cambio, las hermanas Rodríguez.


—Hermanita, ¿estás segura de ir por aquí? —Le preguntó Sofía a su hermana menor, con cierto temor y desconfianza. Resulta que habían ido a la zona prohibida, a Sofía no le parecía buena idea, y más cuando su padre les prohibió acercarse ahí.


—Por supuesto. —Sonrió Aria felizmente, curiosa y ansiosa por ver qué hay en la zona prohibida. A veces, la curiosidad de Aria, causaban problemas, y de los grandes.


—Pero es que está muy oscuro. —Se excusó la joven Sofía y su hermana bufó.


—Dah, claro que tiene que estar oscuro si es Halloween, genia.


En Halloween, todos en el pueblo de Wallace apagaban sus luces, dejando solamente candelabros, velas, lámparas y luces neón, dando así el toque de terror según el alcalde.


—No lo sé, no me fío. —Sofía volvió a desconfiar, abrazándose a si misma por el frío repentino de la noche.


—Tú y tus desconfianzas. Aria no le temía al peligro, es más, ella los buscaba y soñaba con ser una exploradora profesional.


—¿No tienes miedo? —Preguntó en un susurro Sofía, haciendo detener a Aria.


—¿Por qué habría de tenerlo? —Le respondió de regreso Aria— Vamos, Sofía, deja de ser una miedosa.


—No soy miedosa.


—¿Ah no? —Aria se cruzó de brazos desafiando a su hermanita mayor— Demuéstralo. —La retó.


Sofía quería demostrarle que no tenía miedo a nada, a pesar de ella ser la mayor, no le gustaba que su hermana Aria la desafiara y que la creyera débil. Mientras que su hermana Aria hablaba de algo que ella no prestaba atención, vió un hombre extraño y raro a unos metros de ellas, recostado a un árbol, sonriendo siniestramente, pero sobretodo, mirándola a ella; Sofía.


Sofía sintió el miedo apoderarse de ella, quería coger a su hermana menor y arrastrarla hasta su casa, así estarían tranquilas, sanas y salvas, lejos de aquella mirada aterradora de unos metros. Pero cuando Aria le volvió a decir que era una miedosa, Sofía caminó hacia el extraño sujeto de unos metros.


—¿Sofía? ¿A dónde vas? —Indago Aria dándose la vuelta, viendo a su hermana caminar hacia aquel extraño.

Pacto de Sangre (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora