Capítulo 1

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CAPÍTULO 1

>A R I A R O D R Í G U E Z<


—¿Me dirás o no? —Pregunté rozando el filo de mi navaja cerca de su mejilla.

—De todas formas si tú no me matas, ellos lo harán. —Tras hablar, tosió el hombre moribundo que se encuentra atado a la silla. Sin contener mi furia, golpeé con mi puño su pómulo izquierdo, haciendo que el bastardo escupiera sangre.

—Están parejos ahora —Me burlé haciendo referencia a su pómulo derecho golpeado al igual que el otro—. Ahora habla o te daré una muerte lenta dolorosa —Advierto haciendo un pequeño corte en su quijada. Al no obtener respuesta alguna de su parte, pierdo la poca paciencia que tengo y con mi mano libre, lo tomo con fuerza del mentón, clavando mis unas en su piel—. Escúchame maldito infeliz, tienes tres para escupir todo lo que sabes o sino, despídete de este mundo.

—¿Por qué no me matas de una vez?

¡Se atrevió a escupirme el rostro el muy hijo de su puta madre y padre y toda su jodida generación!

—Dark —Tan sólo con decir su apodo, sale escondido de entre las sombras para pasarme la pistola—. Bien, ya que no quisiste cooperar —Apunto al bastardo infeliz en la sien—. Tengo que matarte.

Pongo mi dedo en el gatillo, pero no lo aprieto.

—Hazlo, mátame de una vez, sería un jodido placer morir en tus manos, Danger.

«Ni estando a punto de morir de mi forma favorita deja de ser un desgraciado.» Pienso para mis adentros.

—¿Sabes? En otras circunstancias, si me importaras y fuera un ser con sentimientos, agradecería tu halago de la mejor forma, pero por desgracia para ti, ni me importas —Disparo en su pierna derecha y se remueve gritando de dolor—. Ni mucho menos soy un ser con sentimientos.

—Danger, aún no conseguimos nada de información. —Escucho decir a Shadow y gruño sin verlo.

—Pedisteis mi puta ayuda, ahora se aguantan. —Mascullo entre dientes, viendo al bastardo retorcerse de dolor.

—Es que, Danger, esa forma tuya de hacer que hablen...

—Chaos, tú no te metas —Le gruño a Sofía, dándome la vuelta, viéndolos a los tres recargados en la pared—. Eres una floja que no puede ver ni sangre sin desmayarse.

Y lo que digo es cierto, es una floja, por eso soy la mano derecha de Richard y no ellos. Ese vínculo que tenía con Sofía en el pasado se rompió, desde que ella decidió callar la jodida verdad y dejarme a mí como la loca, a quien internaron en un centro de rehabilitación de psiquiatría, según ellos, soy de mente débil y alucino cosas irreales, que jamás existieron. Por años intenté buscar la pista de ese maldito chupasangre, pero todo me llevaba al mismo lugar; una horrible pesadilla que aluciné. Todos piensan que con el pasar de los años, me volví más loca que antes, y que por eso ahora soy como soy, una sanguinaria, a quien no le importa ni su maldita existencia. No es secreto que cambié, ya sea para mal o para bien, a mi me da completamente igual lo que digan o piensen con respecto a mi persona, ya de ahí en fuera lo que hagan si es mi jodido problema. Para llegar a donde estoy, tuve que esforzarme demasiado, ya perdí la cuenta de la veces en las que he estado a punto de morir y sin embargo, aquí sigo, de pie, siendo la mano derecha de Richard Rodríguez y muy pronto seré quién o ocupe su puesto. Volviendo al tema principal; ya había deducido que si sólo volvía a mencionar sobre aquella noche, me volverían a llevar de nuevo a aquella prisión y no estaba dispuesta a hacerlo, así que fingí olvidarme de todo el tema relacionado con eso, pero jamás olvidé que mi propia sangre me traicionó, debió hablar y apoyarme en lo que decía ¿y qué hizo ella? Sólo se limitó a fingir que no sabía, ese es el motivo por el cual la borrezco. Pasamos de ser mejores amigas y hermanas, a ser unas completas desconocidas y enemigas, pero la culpa la tiene ella y lo sabe.

Pacto de Sangre (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora