CAPÍTULO 51
>A R I A R O D R Í G U E Z<
No me mires con odio, princesita de ojos verdes, mírame con cariño y como alguien importante para ti, como antes, por favor.
—Vanessa...
—Buenas noches, Aria.
Tras el portazo, una pequeña lágrima se me escapa y la limpio con brusquedad. Ignoro los deseos de echarme a llorar y correr tras ella para arreglar las cosas, me vuelvo a acostar en la cama con la decisión de terminar el libro y ocupar mi cabeza en algo más.
Todo es tu culpa, Sabathia.
>¿Por qué yo?<
Por pegarme tu flojera.
No obstante, mi lectura tendrá que esperar porque la presencia de Tamara en la habitación hace cinco minutos, me incomoda. Me incomoda que me esté mirando... así, todo el rato.
—Quiero estar sola. —Sentencio sin verle, releyendo otra vez el párrafo que no comprendí debido a la distracción.
—Entiendo tu deseo, Sabathia —Suspira y escucho sus pasos dentro de la habitación—, pero no me harás ese desplante —Bajo el libro y alzo las cejas al verla muy decidida—. Mueve tu culo de la cama y ven a la fogata o tus amigos serán quienes te sacarán a patadas de la habitación.
Como si pudieran.
—Así que la diosa dejó de ser una finolis. —Sonrío ladina y la veo curvar una sonrisa macabra.
En estas dos semanas, Tamara se ha vuelto alguien cercana a mí, no podría decir que es mi mejor amiga porque cuando la tuve me defraudó y desde entonces no quise amistad con más nadie, pero bueno, es su personalidad, su forma de ser, su carácter, su sarcasmo, su lado oscuro, su actitud fría, tan dañada como yo, ella tan parecida a mí y diferente a la vez, nos hizo acercarnos más.
—¿Y quién dice que lo soy? —Alza una ceja arrogantemente— Ser la diosa Dheivour no me impide ser quien soy. Te espero... —Hace el amago de irse— no me hagas venir a sacarte de aquí.
Suspiro profundamente cuando me deja en la soledad de la habitación. Catorce días y no fueron suficientes para dar con el que manipula a Vanessa, catorce días en los que debimos ocultamos como fugitivos.
Richard ha intentado comunicarse conmigo, pero lo evito como la peste, todo gracias a Freddy. Me enteré que mi querido hermanito pide mi cabeza a las mafias más peligrosas no sólo de la región, sino de otros países.
Ilusos, no soy parte de una mafia porque no quiero, pero si ese fuera mi objetivo, ahora estaría liderando una.
De Blake no sé nada... ni siquiera he escuchado a Freddy decirme siquiera si me busca o no. Tampoco es que me importe mucho. Mientras menos sepan de mí y mi paradero, mejor podré llevar las cosas.
Reacia a la idea de salir a compartir con ellos, voy al clóset y busco un jersey blanco con el dibujo de una Pokebola y Pikachu plasmada en frente y me lo pongo.
Tonto colmillito que no sabe aún que le robé el Jersey. En mi defensa es suavecito y huele a él, no me pueden juzgar por algo tan inocente como eso.
Salgo de la habitación y camino por los pasillos del templo hasta detenerme en el patio trasero. De aquí se les ve a todos reunidos como cada noche luego de que los monjes de la aldea se van a dormir.
Ya no me puedo echar para atrás.
Desciendo las escaleras del porche y no tardo en llegar a ellos.
—Viniste. —Dijo Roxana con impresión y la atención de todos recae en mí.
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Pacto de Sangre (Completa)
FantasyElla es alguien a quién nunca desearás conocer. Él es condenadamente atractivo como lo es ella. Ella es excesivamente peligrosa tanto como él. Él es indiferente cuando de alimentarse se trate. Un vampiro y una humana, dan inicio a su historia con un...